Enseñanza de la ética en instituciones católicas
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Juan Pablo Beca1, en su artículo FORMACIÓN ÉTICA EN LAS UNIVERSIDADES CATÓLICAS: ¿ENSEÑAR A OBEDECER O ENSEÑAR A DECIDIR? en la mesa Ética, sustentabilidad y currículum. Desafíos de hoy para las universidades católicas en el Congreso de Universidades Católicas, “Identidad y Misión al Servicio de Chile”. Pontificia Universidad Católica de Chile. Septiembre 2015 presenta la siguientes conclusiones
En definitiva, la enseñanza de la ética en instituciones católicas debe asumir una orientación reflexiva antes que una deontológica, para preparar adecuadamente el ingreso de los estudiantes a un ambiente laboral diverso, propia de la sociedad posmoderna en que vivimos. Abordando la pregunta con que titulamos este trabajo, enseñar ética significa enseñar a decidir más que enseñar a obedecer.
Tenemos la responsabilidad de desarrollar en nuestros estudiantes una conciencia ética. No es suficiente con que aprendan valores y aprendan a discernir, si estos aprendizajes no significan un auténtico cambio de actitud que se traduzca en su vida profesional futura. Para lograr esto, el abordaje de la ética como una competencia, más allá de las exigencias institucionales, resulta de vital importancia.
La ética no se puede enseñar en un solo curso. Todos los cursos deben tener una orientación ética, y algunos de ellos abordar algunos contenidos o desarrollar la reflexión sobre ciertos temas en forma más concreta. Esto se facilita cuando existe un curriculum por competencias, en el sentido de que se puede asociar una competencia de actuación o reflexión ética a ciertos cursos, pero se puede hacer de igualmente en un curriculum por contenidos.
Junto con lo anterior, debe existir un compromiso del cuerpo docente y de las instituciones católicas como tales. Los estudiantes aprenden no sólo lo que escuchan y leen, sino fundamentalmente lo que ven hacer a sus modelos, y los profesores universitarios somos modelos para los estudiantes. Debe existir, en definitiva, un ambiente ético en el cual se desarrollen los aprendizajes de los estudiantes en las instituciones de Iglesia.
Juan Pablo Beca1, en su artículo FORMACIÓN ÉTICA EN LAS UNIVERSIDADES CATÓLICAS: ¿ENSEÑAR A OBEDECER O ENSEÑAR A DECIDIR? en la mesa Ética, sustentabilidad y currículum. Desafíos de hoy para las universidades católicas en el Congreso de Universidades Católicas, “Identidad y Misión al Servicio de Chile”. Pontificia Universidad Católica de Chile. Septiembre 2015 presenta la siguientes conclusiones
En definitiva, la enseñanza de la ética en instituciones católicas debe asumir una orientación reflexiva antes que una deontológica, para preparar adecuadamente el ingreso de los estudiantes a un ambiente laboral diverso, propia de la sociedad posmoderna en que vivimos. Abordando la pregunta con que titulamos este trabajo, enseñar ética significa enseñar a decidir más que enseñar a obedecer.
Tenemos la responsabilidad de desarrollar en nuestros estudiantes una conciencia ética. No es suficiente con que aprendan valores y aprendan a discernir, si estos aprendizajes no significan un auténtico cambio de actitud que se traduzca en su vida profesional futura. Para lograr esto, el abordaje de la ética como una competencia, más allá de las exigencias institucionales, resulta de vital importancia.
La ética no se puede enseñar en un solo curso. Todos los cursos deben tener una orientación ética, y algunos de ellos abordar algunos contenidos o desarrollar la reflexión sobre ciertos temas en forma más concreta. Esto se facilita cuando existe un curriculum por competencias, en el sentido de que se puede asociar una competencia de actuación o reflexión ética a ciertos cursos, pero se puede hacer de igualmente en un curriculum por contenidos.
Junto con lo anterior, debe existir un compromiso del cuerpo docente y de las instituciones católicas como tales. Los estudiantes aprenden no sólo lo que escuchan y leen, sino fundamentalmente lo que ven hacer a sus modelos, y los profesores universitarios somos modelos para los estudiantes. Debe existir, en definitiva, un ambiente ético en el cual se desarrollen los aprendizajes de los estudiantes en las instituciones de Iglesia.
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