Confrontación entre la Teología monástica y la escolástica
El pensamiento teológico de la Edad Media (s. VIII-XV), en Armando Segura (dir.), Historia Universal del Pensamiento, ed. Liber, Ortuella (Bizcaya) 2007; vol. II, cap. 16, pp. 611-630
Prof. Juan Belda Plans
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Todas la Escuelas monásticas dan lugar a un buen número de obras llamadas Sentencias y Sumas que constituyen ya un fruto teológico cualitativamente distinto del que nos legó la Teología Monástica. Todos estos maestros toman en gran medida los materiales de sus escritos de la cantera inagotable de San Agustín, cuyas enseñanzas aceptan con verdadera veneración; pero en el aspecto formal (o metodológico) utilizan cada vez más la lógica de Aristóteles, cuyo conocimiento y estudio se amplia considerablemente por estas fechas.
La evolución y maduración de la teología hacia nuevos métodos se realizará en el contexto de una cierta confrontación entre la Teología monástica y la Teología escolástica incipiente en las Escuelas urbanas.
Tendrá lugar una pugna, más o menos fuerte según los casos, entre la cátedra y el púlpito; entre el intelectual académico y el místico espiritual; entre el que busca el saber científico en sí mismo, y el espiritual que prefiere la meditación de los misterios, desconfiando de la razón dialéctica aplicada a la Fe.
Es decir, la novedad del ambiente escolar urbano, con sus peculiaridades propias, impondrá una serie de exigencias didácticas que llevarán al desarrollo del elemento racional y especulativo.
El monje que razona en torno a las verdades de la Fe, lo hace en la soledad y silencio de su celda, como meditación que le lleva a una más plena unión con Dios, y a eso mismo dirigirá a sus discípulos de las Escuelas monásticas. Por el contrario, el scholasticus (profesor) de las Escuelas urbanas, tiene que moverse entre un público juvenil, turbulento y discutidor, para lo cual al transmitir sus enseñanzas de- be servirse de la dialéctica.
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