Revisión crítica del transhumanismo: derecho a la vulnerabilidad en la esperanza cristiana.
Valdivia Jiménez, R.D. (2019). Revisión crítica del transhumanismo: derecho a la vulnerabilidad en la esperanza cristiana. Ius et Scientia, 5 (1), 265-281.
El transhumanismo, y su posición más extrema posthumana, se ha convertido en los últimos tiempos en una de las claves para desentrañar el paradigma cultural en el que se juega la vida social, no ya del futuro, sino del presente. A pesar de la complejidad del debate y la variedad y divergencias de posiciones, en el origen del transhumanismo hemos detectado una pretensión que no es meramente científica, sino también religiosa: La pretensión de la salvación del hombre. La crítica que le realizamos se sostiene en el Derecho a la vulnerabilidad, raíz de la civilización que logrado condensar en los Derechos Humanos lo más propio del hombre: su razón y su libertad.
Conclusiones
a) Es muy complejo realizar una valoración del transhumanismo y del posthumanismo en tanto que son múltiples y a veces contradictorias las formas y propuestas que analizan, son diversas las raíces ideológicas que las sustentan. Expresan un proyecto que se está haciendo realidad y al mismo tiempo que apunta a formas utópicas basadas en el crecimiento exponencial de las capacidades científico-técnicas. Sin embargo, es absolutamente necesario plantear y exigir una mirada ética crítica sobre esos fines y sobre los presupuestos que comparten, pues como diría C.S. Lewis pueden conducir a la abolición de lo humano.
b) La pretensión posthumanista de reducir la persona a datos (dataísmo) supone eliminar su elemento corporal que precisamente hace descartar la debilidad o vulnerabilidad del hombre. Si al final, el valor y la dignidad del hombre reside en elementos abstractos (no corporales), conduce a una antropología descarnada en la que sólo quien tenga la tecnología procesará y dominará los datos para desenvolverse con éxito en la sociedad, provocando sin duda nuevas bolsa de marginalidad social, aún más acentuadas, tal y como afirman Fukuyama y otros.
c) Hemos podido comprobar cómo el transhumanismo tiene un leit motiv, una pretensión religiosa de poder salvar al hombre a través de la técnica prometiéndole no sólo la mejoría en sus limitaciones, sino la misma inmortalidad. Esta esperanza cibernética tiene como principio esencial el hecho de que la materia anhele llegar a la divinidad, cosa que el hombre lleva dentro de sí desde que es hombre (homo sapiens), tal y como han verificado todas las tradiciones religiosas. La excepción viene del mismo cristianismo, en el que se predica la opción contraria: es el mismo Dios el que ha tomado la condición humana, dignificando el mismo cuerpo hasta el extremo de convertirlo instrumento de salvación. Lejos de ser un mero símbolo, la tradición cultural occidental ha valorado precisamente esa tesis como portadora de salvación en cuanto que ha visto al vulnerable como un enriquecimiento social, y no como mero desecho.
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