El posthumanismo y los cambios en la identidad humana


Gabriela Chavarría Alfaro Reflexiones vol.94 n.1 San Pedro de Montes de Oca Jan./Jun. 2015

El posthumanismo y los cambios en la identidad humana

La mayoría de los teóricos del posthumanismo concuerdan en que el ser humano es inseparable de la técnica y se modifica a sí mismo en relación con su entorno, en una relación que, a la vez, modifica su "identidad"; sin embargo, hay divergencias en cuanto a la transformación que puede alcanzarse a través de las prácticas científico-tecnológicas, ya que como expone Hans Jonas (1997), el tener poder para hacer algo no implica que haya que hacerlo, y hoy más que nunca se requiere una reflexión sobre nuestra responsabilidad con el futuro, pues las posibilidades de dichas prácticas para transformar nuestro mundo y nuestra especie, nos enfrentan a dilemas éticos que hubieran sido inimaginables en el siglo pasado.

El potencial apocalíptico de la técnica-su capacidad de poner en riesgo la pervivencia de la especie humana, echar a perder su integridad genética, modificarla arbitrariamente o incluso destruir las condiciones de su vida superior sobre la tierra---plantea la cuestión metafísica con la que la ética nunca se había confrontado antes, a saber: si debe haber y por qué una humanidad, por qué ha de conservarse al ser humano como la evolución lo ha hecho, por qué ha de respetarse su herencia genética, incluso por qué debe existir la vida. (Jonas, 1997, p.37) 



Las preguntas de Jonas sintetizan perfectamente la preocupación que invade a muchos intelectuales de nuestro siglo y nuestra cultura biotecnologizada. 
Por un lado, la capacidad de poder realizar transformaciones no realizadas nunca antes sobre la naturaleza humana, vegetal y animal y, por otro lado, el poco conocimiento que se tiene sobre las consecuencias futuras de esas transformaciones. Esa falta de conocimiento sobre las consecuencias hace que los riesgos se maximicen; ante lo cual Jonas aconseja prudencia. Ante la duda sobre las consecuencias de una nueva aplicación, él aconseja que es mejor detenerse. Esta es la misma preocupación que expresa Vandana Shiva (2008), sobre la ignorancia que existe acerca de los efectos de las nuevas tecnologías en la ecología y la salud. "Nuestra época se caracteriza más por la ignorancia que por el conocimiento y mantener la ignorancia sobre nuestra ignorancia es un tabú fundamental de la cultura tecnocrática" (Ravetz, 1998, citado por Shiva, (2008,) p.130).

Esa ignorancia sobre los riesgos de un imperativo tecnológico-científico es disfrazada ante la opinión pública con un discurso científico que proclama todo lo contrario, es decir, certezas y éxito. Muchas veces esa proclamación de éxito sirve para que compañías de alimentos transgénicos como Monsanto, o compañías farmacéuticas globales, tengan ganancias económicas extraordinarias. Y sirven también para poder liberarlas de los mecanismos de regulación necesarios. 

Asimismo, afirma Vandana Shiva: "La fabricación de sustancias y procedimientos peligrosos va más rápido que las reglamentaciones y el control público." (Shiva, 2008, p.131)

Por tanto, es necesario que se ejerzan controles y regulaciones a nivel mundial y a nivel local, pero, sin duda, una de las tareas principales de los intelectuales de las ciencias humanas y de las ciencias sociales es luchar porque se cumpla el derecho a la información que tienen los ciudadanos, es decir, luchar por la democratización del conocimiento.

El pensamiento posthumanista debería ser parte del debate público y del debate académico porque sus ideas sobre el futuro de la humanidad promueven cambios radicales a las bases sobre las que está construido nuestro mundo, y porque es el pensamiento que se encuentra muchas veces sustentando la acción de compañías transnacionales, farmacéuticas, institutos de investigación avanzada, laboratorios y asociaciones médicas etc. Además, es parte también del imaginario del futuro de la humanidad que se propaga a través del cine y los medios mediáticos. Sin embargo, en el cotidiano vivir, especialmente de los países menos desarrollados, los movimientos sociales que protestan contra el accionar de muchos gobiernos y de transnacionales, defienden aún un discurso humanista, que lucha por la dignidad de la persona y pretende que se respete y resguarde su herencia genética, su identidad biológica común y se respeten sus derechos humanos. 

En este sentido, el posthumanismo pareciera encarnar más bien los deseos de una élite mundial postindustrializada y millonaria que tiene cubiertas sus necesidades humanas tan completamente que ahora puede ponerse a pensar en las diferentes formas para extender su existencia, ya sea con técnicas de crionización o clonación de órganos, etc. Visto así, el pensamiento posthumanista podría ser un instrumento para allanar el camino a la libre colonización del cuerpo humano de unos hombres por otros hombres. Podría también ser el instrumento para crear otro tipo de discriminación, la discriminación genética. 

Este conocimiento científico y tecnológico se mantiene como un conocimiento de acceso restringido para la mayoría de la población. La responsabilidad intelectual primordial es poner todo esto en el debate público y hacerlo accesible a las mayorías. Por tanto, se espera que este artículo haya contribuido a introducir uno de los temas más preocupantes hoy en el campo de las ciencias humanas, sociales, naturales y exactas; el pensamiento posthumanista.


Jonas, Hans.(1997). Técnica, medicina y ética. (Trad.Carlos Fortea) Barcelona: EdicionesPaidós . [ Links ]

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