LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA

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LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA

Óscar A. Elizalde Prada*


Resumen:
En el marco del sínodo sobre “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, la Iglesia se
siente desafiada a revisar cómo comunica y cuál es el impacto real de su mensaje en las culturas juveniles. En el ámbito de la sociedad red, la cuestión comunicativa se sitúa entre mediaciones tecnológicas, convergencias mediáticas y búsquedas de sentido que responden a nuevos lenguajes y códigos juveniles “en formato digital”, aunque también se revisten de expresiones artísticas, compromiso social y sensibilidad por lo místico-espiritual. La respuesta que la Iglesia ofrezca a estos imperativos, desde el punto de vista comunicativo, definirá su oportunidad para construir puentes, hacia una auténtica cultura del encuentro con los jóvenes.
Palabras claves: comunicación
en la Iglesia, culturas juveniles, sociedad
red, cultura del encuentro
***
1. ¿Comunica bien la Iglesia?
40 periodistas especializados
en información religiosa respondieron
a esta acuciante interpela-
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[16]
Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
ción en octubre de 2016, cuando
se inauguraba la Secretaría para
la Comunicación en la Santa Sede
–hoy, Dicasterio para la Comunicación–
1. 22 respondieron que
“no”, 14 dijeron que “sí”, y cuatro
manifestaron que “depende”.
Todos presentaron sus argumentos
en torno a las fortalezas de
la Iglesia en materia comunicativa
y a aquello que debería cambiar
para mejorar su comunicación2.
En el contexto de la XV Asamblea
Ordinaria del Sínodo de los
Obispos (2018), sobre “los jóvenes,
la fe y el discernimiento vocacional”,
el imperativo de una
comunicación pertinente y proporcional
a estos tiempos, atravesados
por mediaciones tecnológicas,
convergencia mediática e
interactividad, por las que transitan
o, mejor, ‘navegan’ las Nuevas
Generaciones, agudizan la necesidad
de preguntarse hasta qué
punto la Iglesia se ‘conecta’ con
las juventudes.
Desde la perspectiva de Gustavo
Entrala, el reconocido asesor
digital de marcas globales que lideró
el equipo responsable de la
creación de la cuenta del Papa
(@Pontifex) en Twitter –que hoy
cuenta con más de 45 millones
de seguidores–, expresó que: a los
jóvenes “hay que intentar entenderles
mejor, entender el tipo de
preguntas que se hacen, el tipo de
experiencias que les gusta, cómo
es el discurso a la hora de aceptar
una propuesta de alguien, cómo
priman mucho más las experiencias
sobre las doctrinas, por
ejemplo, o cómo les sorprenden a
veces los planteamientos morales
de la Iglesia, más que nada por
el lenguaje que se usa, no tanto
por el contenido en sí, sino porque
son expresiones de hace ya
muchos siglos”3.
En materia comunicativa y al
tenor de la era digital, es preciso
considerar que tanto los lenguajes
como los códigos juveniles se pre-
1 Acogiendo el parecer del Consejo de Cardenales, el 27 de febrero de 2018 el papa
Francisco decidió que la Secretaría para la Comunicación se llamara, en adelante,
Dicasterio para la Comunicación.
2 La referida consulta la realizó el semanario Vida Nueva y fue publicado en la primera
semana de octubre de 2016, en la edición No. 3.005. Los resultados se encuentran
disponibles en: http://www.vidanuevadigital.com/wp-content/uploads/2016/09/
Afondo_VN_3005.pdf.
3 Estas y otras perspectivas sobre la comunicación en la Iglesia y los retos para
“conectarse” con las nuevas generaciones se exponen en la entrevista “Gustavo
Entrala: ‘Este Papa te toca el corazón todos los días’” (ELIZALDE, 2018), disponible
en: http://www.vidanuevadigital.com/2018/07/27/gustavo-entrala-este-papa-tetoca-
el-corazon-todos-los-dias/
[17]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
sentan, cada vez más, anclados a
redes con rasgos de omnipresencia
que dan cuenta del impacto
avasallador de la comunicación
digital en todos los lugares (ubicuidad)
y momentos (atemporalidad),
siempre al alcance de un clic
en la tablet, el smartphone o el
dispositivo móvil de preferencia.
Sin duda, la cultura digital
impacta y cuestiona, al mismo
tiempo, esto sucede con la forma
como la Iglesia se comunica con
las juventudes, desde sus identidades
plurales y multiculturales.
Se hace necesario, por tanto, afinar
el oído a sus clamores para
‘sincronizar’ con sus reales búsquedas
de sentido y crear nuevos
itinerarios de acompañamiento4.
2. Lenguajes y códigos juveniles
en formato digital
Manuel Castells afirma que
“una sociedad red es aquella
cuya estructura social está compuesta
de redes activadas por
tecnologías digitales de comunicación
e información basada en la
microelectrónica”5. En un mundo
‘en red’, o quizás ‘enredado’, las
dinámicas de producción, consumo,
reproducción, experiencia y
comunicación, han sido reconfiguradas
por las nuevas tecnologías
y su poder codificador de alcance
planetario, particularmente entre
las culturas juveniles.
No en vano Benedicto XVI reconocería
que, contrario a lo que
muchos afirmaban, “el ambiente
digital no es un mundo paralelo o
puramente virtual, sino que hace
parte de la realidad cotidiana de
muchas personas, especialmente
de los más jóvenes. Las redes sociales
son el fruto de la interacción
humana pero, a su vez, dan formas
nuevas a las dinámicas de la comunicación
que crea relaciones”6.
Para ‘conectarse’ con las Nuevas
Generaciones, la Iglesia ha
venido descubriendo la necesidad
de comprender algunos neologismos
que surgieron y continúan
emergiendo al compás de las
nuevas tecnologías y de la world
wide web, incluso, en algunos ca-
4 Las apuestas que se sugieren a continuación, amplían los planteamientos expuestos
en el II Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa organizado por la CIEC
(Santo Domingo, 1 al 3 de junio de 2018), en la ponencia: “Acompañar a los jóvenes
en la era digital”.
5 CASTELLS, Manuel (2012). Comunicación y poder. México: Siglo XXI editores, pp.
50-51.
6 BENEDICTO XVI (2013). Mensaje para el 47º jornada mundial de las comunicaciones
sociales.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[18]
Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
sos, con visos de ‘deidad’: Google,
YouTube, Wikipedia, Prezi,
Drive, WeTransfer, Facebook,
Twitter, Whatsapp, Instagram,
Flickr, Snapchat… y todo un universo
de aplicaciones y softwares
han planteado la imprescindibilidad
de una nueva semántica para
vivir –o tal vez, sobrevivir– en el
planeta digital.
La sociedad red desafía los entramados
comunicativos y la misión
evangelizadora de la Iglesia
de cara a las juventudes, en contextos
ampliamente inter-conectados
e incluso híper-inter-conectados.
Ciertamente, de la mano
de las Nuevas Generaciones –
principalmente, aunque no exclusivamente–
las nuevas tecnologías
y el mundo digital han permeado,
progresivamente, la vida de las
parroquias, las comunidades, los
grupos juveniles, las aulas de clase,
los hogares… y prácticamente
todos los escenarios públicos y
privados.
Sus efectos no se han hecho
esperar. De acuerdo con Marc
Prensky, los nativos digitales se
caracterizan porque “no quieren
charlas teóricas; quieren que se
les respete, se confíe en ellos,
y que sus opiniones se valoren y
tengan en cuenta; quieren seguir
sus pasiones e intereses; quieren
crear, usando las herramientas de
su tiempo; quieren trabajar con
sus compañeros; quieren tomar
decisiones y compartir el control;
quieren conectar con sus
iguales para expresar y compartir
sus opiniones; quieren cooperar
y competir entre sí; quieren una
educación que no sea únicamente
relevante, sino conectada con la
realidad”7.
Los jóvenes a los que busca llegar
la Iglesia hacen parte de estas
generaciones tatuadas por la digitalidad8.
Ellos construyen nuevas
ciudadanías con sus pequeñas y
poderosas pantallas. Son jóvenes
que cruzan fronteras y posicionan
nuevos protagonismos sociales.
Son consumidores de tecnología
y, en no pocos casos, están siendo
consumidos por la tecnología.
De ellos se aprende, a diario, que
existen nuevas escrituras y nuevos
lenguajes. Son ellos, realmente,
los que han jalonado las
Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) en la agenda
pastoral.
7 PRENSKY, Marc (2013). Enseñar a nativos digitales. Madrid: Ediciones SM, p. 13.
8 Cf. BACHER, Silvia (2011). Tatuados por los medios. Dilemas de la educación en la
era digital. Buenos Aires: Paidós.
[19]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
En el ámbito eclesial, no se
puede negar que estos nuevos códigos
y lenguajes digitales tocan
las fibras de los procesos pastorales,
cada vez más atravesados
por redes comunicativas con altas
dosis de incertidumbre, perplejidad
e incluso crisis, que, sin embargo,
no opacan la fascinación
por la innovación, la creatividad
y las oportunidades que ofrecen
las TIC.
Esta doble cara de la tecnología
–con frecuencia en yuxtaposición–
ha sido advertida por los
propios jóvenes que participaron
en la reunión pre-sinodal de marzo
de 20189. Si bien es cierto que
para algunos se han mejorado
sus relaciones humanas y se han
fortalecido sus redes para crecer
integralmente, para otros, solamente
se han generado formas
de dependencia o adicción que
empobrecen el proyecto de vida.
Asimismo, es claro que las redes
sociales facilitan el intercambio
de informaciones, valores, ideas,
experiencias e intereses comunes,
al tiempo que, en algunos casos,
también generan situaciones
de obsesión, aislamiento, desolación
y falacias que provienen de
la ‘dictadura de las apariencias’
y dan lugar a realidades tan ambiguas
como ilusorias, claramente
nocivas a la dignidad humana.
“La Iglesia debe profundizar en
su comprensión de la tecnología
para asistirnos en el discernimiento
sobre su uso”, han propuesto
los jóvenes, sugiriendo que se
asuma, de una vez por todas, que
Internet puede ser “un lugar fecundo
para la Nueva Evangelización”,
a pesar de sus limitaciones.
Con todo, la Iglesia también está
llamada a comunicar un mensaje
profético, denunciando explícitamente
las irregularidades y los
crímenes que tienen lugar en el
mundo digital: “Debería expresarse
sobre la crisis extendida de
la pornografía –plantean los jóvenes–,
que incluye el abuso on line
de niños, como también el ciberbullying,
y el daño que esto causa
en nuestra humanidad”.
3. La comunicación en la trama
de las culturas juveniles
Además del ‘areópago digital’
–aunque sin prescindir de este es-
9 Los aportes que se derivaron de la Reunión Pre-sinodal (RP) que tuvo lugar en
Roma, del 19 al 24 de marzo de 2018, con la participación de un representativo
grupo de jóvenes de distintas latitudes, se encuentran disponibles en: http://press.
vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2018/03/24/0220/00482.
html#spagn. El cuarto punto de la primera parte del documento se refiere, propiamente,
a la relación de los jóvenes con la tecnología.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[20]
Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
cenario–, se observa que la asertividad
de la comunicación con los
jóvenes pasa por las respuestas
que se ofrezcan a sus búsquedas
de sentido, a sus genuinas sensibilidades.
Probablemente, buena
parte de las ‘interferencias’ o
‘desconexiones’ entre la Iglesia y
los jóvenes, tienen que ver con la
pertinencia del mensaje y el tipo
de interacción que se procura.
¿Será que se ha perdido mucho
tiempo formulando respuestas a
preguntas que los jóvenes ya no
se hacen y en un lenguaje que les
resulta ajeno o, peor aún, minando
su protagonismo?
En la trama de las culturas
juveniles, la Iglesia se siente llamada
a ser “menos institucional
y más relacional” para aprender
e implementar nuevos lenguajes
y códigos que respondan a la sed
de ciudadanía activa y política
que se deriva de la fe cristiana de
los jóvenes. El compromiso civil,
social, político y ecológico de las
Nuevas Generaciones, está colmado
de expresiones y símbolos
en donde se revelan nuevos “signos
de los tiempos”, y ante los
cuales la Iglesia necesita articular
su mensaje, tener una palabra o
un gesto.
También en el deporte y en las
competencias de diversa índole,
las culturas juveniles se muestran
proclives a nuevos heroísmos que
proclaman el valor del cuidado y
la disciplina, del trabajo en equipo,
la solidaridad y el compañerismo,
del equilibrio entre la ética
y la estética, del espíritu de sacrificio,
el sentido de pertenencia y
la generosidad, de altos decibeles
de pasión y de creatividad. Toda
una escuela de axiología humana
y cristiana para inspirar el “arte
de transmitir” en la Iglesia.
De igual forma, las culturas juveniles,
con toda su pluralidad, no
son indiferentes a la espiritualidad
ni a la interioridad, revestidas
de una búsqueda por lo místico.
Con todo, la comunicación entre
mística y culturas –juveniles,
para este caso– no parece seguir
una regla específica ni un patrón
inamovible. Tampoco obedece a
una lógica unidireccional. Mística
y cultura pueden fungir de emisor
o de receptor. En ocasiones,
la mística se postula como emisor
frente a la cultura, pero también
la mística se vislumbra como receptor
de la cultura. La dialéctica
es, por lo tanto, una de las características
más notables de las
[21]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
relaciones comunicativas que se
tejen entre la mística y la cultura
que impactan los itinerarios espirituales
de las juventudes.
Más aún, en tiempos de redes
de comunicación –como lo son las
redes sociales–, se asume que un
receptor no es un ente pasivo,
sino un potente multiplicador que
retroalimenta la información que
recibe (feedback) y, por lo mismo,
asume connotaciones de emisor.
De igual forma, un emisor no es
una fuente de información cerrada,
por el contrario, se nutre y se
robustece a partir de las retroalimentaciones
que provienen de
los destinatarios. Ante esto, cabe
la pregunta: ¿De qué mística se
nutren las culturas juveniles?
Ciertamente se requiere agudeza,
en estos tiempos, para
identificar las mociones del Espíritu
en las culturas juveniles. Así
como la mística ha permeado las
culturas, dotándolas de sentidos y
significado, como se percibe en la
pintura, la música y la literatura,
por ejemplo, del mismo modo, las
culturas juveniles pueden ayudar
a la mística a abandonar su estado
de abstracción para concretizarse
en formas y espacios visibles y experienciales.
En este sentido, se podría estimar
que son pocos los espacios
culturales en donde no se registra
la información de lo místico. Desde
la identidad latinoamericana
–a pesar de su hibridación cultural10
se hace necesario recuperar
las herencias espirituales y místicas
de los pueblos originarios
y ancestrales, para redescubrir
las múltiples y originales expresiones
que pueden configurar las
culturas juveniles, penetrándola
de lenguajes, símbolos, mitos,
técnicas, ritos, valores y cosmovisiones,
que den respuesta a los
anhelos de liberación de los pueblos.
Entonces sería posible hablar
de una espiritualidad juvenil
encarnada e inculturada. ¡Todo un
desafío para la comunicación en
la Iglesia!
4. Extender puentes para acentuar
la cultura del encuentro
En un tiempo en el que se proclama
la provisionalidad de las
verdades y su inminente liquidez
–como diría Zygmunt Bauman11
la cultura del encuentro se erige
10 Cf. CANCLINI, Néstor (2012). Culturas híbridas. Buenos Aires: Paidós.
11 Cf. BAUMAN, Zygmunt (1999). Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[22]
Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
como la principal apuesta de una
‘Iglesia en salida’ que quiere aproximarse
a los jóvenes con calidez
y, al mismo tiempo, con profundo
sentido crítico frente a la ‘panacea’
del mundo digital, como lo
ha acentuado el Papa Francisco:
“Hoy que las redes y los instrumentos
de la comunicación humana
han alcanzado desarrollos
inauditos, sentimos el desafío de
descubrir y transmitir la mística
de vivir juntos, de mezclarnos,
de tomarnos de los brazos, de
apoyarnos, de participar de esa
marea algo caótica que puede
convertirse en una verdadera experiencia
de fraternidad, en una
caravana solidaria, en una santa
peregrinación. De este modo, las
mayores posibilidades de comunicación
se traducirán en más posibilidades
de encuentro y solidaridad
entre todos”12.
Navegar por inconmensurables
autopistas de información y participar
en redes sociales digitales,
hace parte de la vivencia cotidiana
de las juventudes y, al mismo
tiempo, de las sendas abiertas
por la ciberteología13 para pensar
el cristianismo en los tiempos de
la red, como ha propuesto Antonio
Spadaro al considerar que “el
hombre del siglo XX es el hombre
de la red, siempre conectado y
siempre en comunicación. Y él –
como siempre en la historia– modeló
la tecnología a su imagen y
semejanza. De cierto modo, la
tornó espiritual”14.
Sin embargo, conexión no es,
necesariamente, sinónimo de comunión:
“La conexión, por sí misma,
no basta para transformar
plenamente la red en un lugar
para compartir (...). Todas las plataformas
de red social, por tanto,
son, en su conjunto, una ayuda
potencial para las relaciones interpersonales,
pero también una
amenaza para ellas”15.
Francisco, el obispo de Roma,
ampliamente reconocido por su
carisma de ‘constructor de puentes’
entre la Iglesia y los jóvenes
–que colmó de sentido el apelativo
de ‘Sumo Pontífice’– con autoridad
y con una mirada esperanzadora,
invita a reconsiderar
el lugar de la comunicación, toda
vez que “la red digital puede ser
un lugar rico en humanidad: no
12 FRANCISCO (2013). Evangelii Gaudium. No. 87.
13 SPADARO, Antonio (2012). Cyberteologia: Pensare il cristianismo al tempo dela
rete. Milano: Vita y Pensiero.
14 Ibid, p. 25.
15 SPADARO, Antonio (2016). Quando a fé se torna social. São Paulo: Paulus, p. 9.
[23]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
una red de cables, sino de personas
humanas”16. Es urgente, por
tanto, superar las brechas –no
solo digitales- entre los lenguajes
de los jóvenes y los de la Iglesia,
para construir y fortalecer redes
de comunión y participación.
Bibliografía
• BACHER, Silvia (2011). Tatuados
por los medios. Dilemas
de la educación en la era digital.
Buenos Aires: Paidós.
• BENEDICTO XVI, (2010). Mensaje
para el 44º jornada
mundial de las comunicaciones
sociales.
• BENEDICTO XVI (2013). Mensaje
para el 47º jornada
mundial de las comunicaciones
sociales.
• BAUMAN, Zygmunt (1999).
Modernidad líquida. Buenos
Aires: Fondo de Cultura Económica.
• CANCLINI, Néstor (2012). Culturas
híbridas. Buenos Aires:
Paidós.
• CASTELLS, Manuel (2012).
Comunicación y poder. México:
Siglo XXI editores.
• ELIZALDE, Óscar (2018). Gustavo
Entrala: “Este Papa te
toca el corazón todos los
días”. Entrevista publicada el
27 de julio de 2018 en Vida-
NuevaDigital.com [Disponible
en: http://www.vidanuevadigital.
com/2018/07/27/gustavo-
entrala-este-papa-te-tocael-
corazon-todos-los-dias/]
• FRANCISCO (2013). Evangelii
Gaudium.
• FRANCISCO (2014). Mensaje
para la 48º jornada mundial
de las comunicaciones sociales.
• LORENZO, José et al (2016).
La Buena Noticia, sin altavoz.
En Revista Vida Nueva No.
3.005, pp. 12-17. Madrid: PPC.
• PRENSKY, Marc (2013). Enseñar
a nativos digitales. Madrid:
Ediciones SM.
• SPADARO, Antonio (2012). Cyberteologia:
Pensare il cristianismo
al tempo dela rete.
Milano: Vita y Pensiero.
• SPADARO, Antonio (2016).
Quando a fé se torna social.
São Paulo: Paulus.
16 FRANCISCO (2014). Mensaje para la 48º jornada mundial de las comunicaciones
sociales.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[24]

Revista CLAR No. 3 · 2018LENGUAJES Y
CÓDIGOS JUVENILES
COMO DESAFÍO A LA
COMUNICACIÓN EN LA
IGLESIA
Óscar A.
Elizalde Prada*
* Doctor en Comunicación Social de la
Pontificia Universidad Católica do Rio
Grande do Sul (Porto Alegre – Brasil),
Magíster en Estudios y Gestión del Desarrollo
y Licenciado en Educación con
especialidad en Ciencias Religiosas de
la Universidad de La Salle (Bogotá – Colombia).
Es docente-investigador y Director
de Comunicación y Mercadeo de
la misma universidad. Coordina el portal
VidaNuevaDigital.com en Colombia. Forma
parte del grupo de investigación Intersubjetividad
y Educación Superior de
la Universidad de La Salle. Es asesor de
proyectos de la Confederación Interamericana
de Educación Católica (CIEC) y
hace parte del equipo coordinador de la
Red Amerindia en América Latina.
Resumen:
En el marco del sínodo sobre
“los jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional”, la Iglesia se
siente desafiada a revisar cómo
comunica y cuál es el impacto
real de su mensaje en las culturas
juveniles. En el ámbito de la
sociedad red, la cuestión comunicativa
se sitúa entre mediaciones
tecnológicas, convergencias
mediáticas y búsquedas de
sentido que responden a nuevos
lenguajes y códigos juveniles “en
formato digital”, aunque también
se revisten de expresiones artísticas,
compromiso social y sensibilidad
por lo místico-espiritual. La
respuesta que la Iglesia ofrezca a
estos imperativos, desde el punto
de vista comunicativo, definirá su
oportunidad para construir puentes,
hacia una auténtica cultura
del encuentro con los jóvenes.
Palabras claves: comunicación
en la Iglesia, culturas juveniles, sociedad
red, cultura del encuentro
***
1. ¿Comunica bien la Iglesia?
40 periodistas especializados
en información religiosa respondieron
a esta acuciante interpela-
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[16]
Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
ción en octubre de 2016, cuando
se inauguraba la Secretaría para
la Comunicación en la Santa Sede
–hoy, Dicasterio para la Comunicación–
1. 22 respondieron que
“no”, 14 dijeron que “sí”, y cuatro
manifestaron que “depende”.
Todos presentaron sus argumentos
en torno a las fortalezas de
la Iglesia en materia comunicativa
y a aquello que debería cambiar
para mejorar su comunicación2.
En el contexto de la XV Asamblea
Ordinaria del Sínodo de los
Obispos (2018), sobre “los jóvenes,
la fe y el discernimiento vocacional”,
el imperativo de una
comunicación pertinente y proporcional
a estos tiempos, atravesados
por mediaciones tecnológicas,
convergencia mediática e
interactividad, por las que transitan
o, mejor, ‘navegan’ las Nuevas
Generaciones, agudizan la necesidad
de preguntarse hasta qué
punto la Iglesia se ‘conecta’ con
las juventudes.
Desde la perspectiva de Gustavo
Entrala, el reconocido asesor
digital de marcas globales que lideró
el equipo responsable de la
creación de la cuenta del Papa
(@Pontifex) en Twitter –que hoy
cuenta con más de 45 millones
de seguidores–, expresó que: a los
jóvenes “hay que intentar entenderles
mejor, entender el tipo de
preguntas que se hacen, el tipo de
experiencias que les gusta, cómo
es el discurso a la hora de aceptar
una propuesta de alguien, cómo
priman mucho más las experiencias
sobre las doctrinas, por
ejemplo, o cómo les sorprenden a
veces los planteamientos morales
de la Iglesia, más que nada por
el lenguaje que se usa, no tanto
por el contenido en sí, sino porque
son expresiones de hace ya
muchos siglos”3.
En materia comunicativa y al
tenor de la era digital, es preciso
considerar que tanto los lenguajes
como los códigos juveniles se pre-
1 Acogiendo el parecer del Consejo de Cardenales, el 27 de febrero de 2018 el papa
Francisco decidió que la Secretaría para la Comunicación se llamara, en adelante,
Dicasterio para la Comunicación.
2 La referida consulta la realizó el semanario Vida Nueva y fue publicado en la primera
semana de octubre de 2016, en la edición No. 3.005. Los resultados se encuentran
disponibles en: http://www.vidanuevadigital.com/wp-content/uploads/2016/09/
Afondo_VN_3005.pdf.
3 Estas y otras perspectivas sobre la comunicación en la Iglesia y los retos para
“conectarse” con las nuevas generaciones se exponen en la entrevista “Gustavo
Entrala: ‘Este Papa te toca el corazón todos los días’” (ELIZALDE, 2018), disponible
en: http://www.vidanuevadigital.com/2018/07/27/gustavo-entrala-este-papa-tetoca-
el-corazon-todos-los-dias/
[17]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
sentan, cada vez más, anclados a
redes con rasgos de omnipresencia
que dan cuenta del impacto
avasallador de la comunicación
digital en todos los lugares (ubicuidad)
y momentos (atemporalidad),
siempre al alcance de un clic
en la tablet, el smartphone o el
dispositivo móvil de preferencia.
Sin duda, la cultura digital
impacta y cuestiona, al mismo
tiempo, esto sucede con la forma
como la Iglesia se comunica con
las juventudes, desde sus identidades
plurales y multiculturales.
Se hace necesario, por tanto, afinar
el oído a sus clamores para
‘sincronizar’ con sus reales búsquedas
de sentido y crear nuevos
itinerarios de acompañamiento4.
2. Lenguajes y códigos juveniles
en formato digital
Manuel Castells afirma que
“una sociedad red es aquella
cuya estructura social está compuesta
de redes activadas por
tecnologías digitales de comunicación
e información basada en la
microelectrónica”5. En un mundo
‘en red’, o quizás ‘enredado’, las
dinámicas de producción, consumo,
reproducción, experiencia y
comunicación, han sido reconfiguradas
por las nuevas tecnologías
y su poder codificador de alcance
planetario, particularmente entre
las culturas juveniles.
No en vano Benedicto XVI reconocería
que, contrario a lo que
muchos afirmaban, “el ambiente
digital no es un mundo paralelo o
puramente virtual, sino que hace
parte de la realidad cotidiana de
muchas personas, especialmente
de los más jóvenes. Las redes sociales
son el fruto de la interacción
humana pero, a su vez, dan formas
nuevas a las dinámicas de la comunicación
que crea relaciones”6.
Para ‘conectarse’ con las Nuevas
Generaciones, la Iglesia ha
venido descubriendo la necesidad
de comprender algunos neologismos
que surgieron y continúan
emergiendo al compás de las
nuevas tecnologías y de la world
wide web, incluso, en algunos ca-
4 Las apuestas que se sugieren a continuación, amplían los planteamientos expuestos
en el II Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa organizado por la CIEC
(Santo Domingo, 1 al 3 de junio de 2018), en la ponencia: “Acompañar a los jóvenes
en la era digital”.
5 CASTELLS, Manuel (2012). Comunicación y poder. México: Siglo XXI editores, pp.
50-51.
6 BENEDICTO XVI (2013). Mensaje para el 47º jornada mundial de las comunicaciones
sociales.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[18]
Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
sos, con visos de ‘deidad’: Google,
YouTube, Wikipedia, Prezi,
Drive, WeTransfer, Facebook,
Twitter, Whatsapp, Instagram,
Flickr, Snapchat… y todo un universo
de aplicaciones y softwares
han planteado la imprescindibilidad
de una nueva semántica para
vivir –o tal vez, sobrevivir– en el
planeta digital.
La sociedad red desafía los entramados
comunicativos y la misión
evangelizadora de la Iglesia
de cara a las juventudes, en contextos
ampliamente inter-conectados
e incluso híper-inter-conectados.
Ciertamente, de la mano
de las Nuevas Generaciones –
principalmente, aunque no exclusivamente–
las nuevas tecnologías
y el mundo digital han permeado,
progresivamente, la vida de las
parroquias, las comunidades, los
grupos juveniles, las aulas de clase,
los hogares… y prácticamente
todos los escenarios públicos y
privados.
Sus efectos no se han hecho
esperar. De acuerdo con Marc
Prensky, los nativos digitales se
caracterizan porque “no quieren
charlas teóricas; quieren que se
les respete, se confíe en ellos,
y que sus opiniones se valoren y
tengan en cuenta; quieren seguir
sus pasiones e intereses; quieren
crear, usando las herramientas de
su tiempo; quieren trabajar con
sus compañeros; quieren tomar
decisiones y compartir el control;
quieren conectar con sus
iguales para expresar y compartir
sus opiniones; quieren cooperar
y competir entre sí; quieren una
educación que no sea únicamente
relevante, sino conectada con la
realidad”7.
Los jóvenes a los que busca llegar
la Iglesia hacen parte de estas
generaciones tatuadas por la digitalidad8.
Ellos construyen nuevas
ciudadanías con sus pequeñas y
poderosas pantallas. Son jóvenes
que cruzan fronteras y posicionan
nuevos protagonismos sociales.
Son consumidores de tecnología
y, en no pocos casos, están siendo
consumidos por la tecnología.
De ellos se aprende, a diario, que
existen nuevas escrituras y nuevos
lenguajes. Son ellos, realmente,
los que han jalonado las
Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) en la agenda
pastoral.
7 PRENSKY, Marc (2013). Enseñar a nativos digitales. Madrid: Ediciones SM, p. 13.
8 Cf. BACHER, Silvia (2011). Tatuados por los medios. Dilemas de la educación en la
era digital. Buenos Aires: Paidós.
[19]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
En el ámbito eclesial, no se
puede negar que estos nuevos códigos
y lenguajes digitales tocan
las fibras de los procesos pastorales,
cada vez más atravesados
por redes comunicativas con altas
dosis de incertidumbre, perplejidad
e incluso crisis, que, sin embargo,
no opacan la fascinación
por la innovación, la creatividad
y las oportunidades que ofrecen
las TIC.
Esta doble cara de la tecnología
–con frecuencia en yuxtaposición–
ha sido advertida por los
propios jóvenes que participaron
en la reunión pre-sinodal de marzo
de 20189. Si bien es cierto que
para algunos se han mejorado
sus relaciones humanas y se han
fortalecido sus redes para crecer
integralmente, para otros, solamente
se han generado formas
de dependencia o adicción que
empobrecen el proyecto de vida.
Asimismo, es claro que las redes
sociales facilitan el intercambio
de informaciones, valores, ideas,
experiencias e intereses comunes,
al tiempo que, en algunos casos,
también generan situaciones
de obsesión, aislamiento, desolación
y falacias que provienen de
la ‘dictadura de las apariencias’
y dan lugar a realidades tan ambiguas
como ilusorias, claramente
nocivas a la dignidad humana.
“La Iglesia debe profundizar en
su comprensión de la tecnología
para asistirnos en el discernimiento
sobre su uso”, han propuesto
los jóvenes, sugiriendo que se
asuma, de una vez por todas, que
Internet puede ser “un lugar fecundo
para la Nueva Evangelización”,
a pesar de sus limitaciones.
Con todo, la Iglesia también está
llamada a comunicar un mensaje
profético, denunciando explícitamente
las irregularidades y los
crímenes que tienen lugar en el
mundo digital: “Debería expresarse
sobre la crisis extendida de
la pornografía –plantean los jóvenes–,
que incluye el abuso on line
de niños, como también el ciberbullying,
y el daño que esto causa
en nuestra humanidad”.
3. La comunicación en la trama
de las culturas juveniles
Además del ‘areópago digital’
–aunque sin prescindir de este es-
9 Los aportes que se derivaron de la Reunión Pre-sinodal (RP) que tuvo lugar en
Roma, del 19 al 24 de marzo de 2018, con la participación de un representativo
grupo de jóvenes de distintas latitudes, se encuentran disponibles en: http://press.
vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2018/03/24/0220/00482.
html#spagn. El cuarto punto de la primera parte del documento se refiere, propiamente,
a la relación de los jóvenes con la tecnología.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
[20]
Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
cenario–, se observa que la asertividad
de la comunicación con los
jóvenes pasa por las respuestas
que se ofrezcan a sus búsquedas
de sentido, a sus genuinas sensibilidades.
Probablemente, buena
parte de las ‘interferencias’ o
‘desconexiones’ entre la Iglesia y
los jóvenes, tienen que ver con la
pertinencia del mensaje y el tipo
de interacción que se procura.
¿Será que se ha perdido mucho
tiempo formulando respuestas a
preguntas que los jóvenes ya no
se hacen y en un lenguaje que les
resulta ajeno o, peor aún, minando
su protagonismo?
En la trama de las culturas
juveniles, la Iglesia se siente llamada
a ser “menos institucional
y más relacional” para aprender
e implementar nuevos lenguajes
y códigos que respondan a la sed
de ciudadanía activa y política
que se deriva de la fe cristiana de
los jóvenes. El compromiso civil,
social, político y ecológico de las
Nuevas Generaciones, está colmado
de expresiones y símbolos
en donde se revelan nuevos “signos
de los tiempos”, y ante los
cuales la Iglesia necesita articular
su mensaje, tener una palabra o
un gesto.
También en el deporte y en las
competencias de diversa índole,
las culturas juveniles se muestran
proclives a nuevos heroísmos que
proclaman el valor del cuidado y
la disciplina, del trabajo en equipo,
la solidaridad y el compañerismo,
del equilibrio entre la ética
y la estética, del espíritu de sacrificio,
el sentido de pertenencia y
la generosidad, de altos decibeles
de pasión y de creatividad. Toda
una escuela de axiología humana
y cristiana para inspirar el “arte
de transmitir” en la Iglesia.
De igual forma, las culturas juveniles,
con toda su pluralidad, no
son indiferentes a la espiritualidad
ni a la interioridad, revestidas
de una búsqueda por lo místico.
Con todo, la comunicación entre
mística y culturas –juveniles,
para este caso– no parece seguir
una regla específica ni un patrón
inamovible. Tampoco obedece a
una lógica unidireccional. Mística
y cultura pueden fungir de emisor
o de receptor. En ocasiones,
la mística se postula como emisor
frente a la cultura, pero también
la mística se vislumbra como receptor
de la cultura. La dialéctica
es, por lo tanto, una de las características
más notables de las
[21]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
relaciones comunicativas que se
tejen entre la mística y la cultura
que impactan los itinerarios espirituales
de las juventudes.
Más aún, en tiempos de redes
de comunicación –como lo son las
redes sociales–, se asume que un
receptor no es un ente pasivo,
sino un potente multiplicador que
retroalimenta la información que
recibe (feedback) y, por lo mismo,
asume connotaciones de emisor.
De igual forma, un emisor no es
una fuente de información cerrada,
por el contrario, se nutre y se
robustece a partir de las retroalimentaciones
que provienen de
los destinatarios. Ante esto, cabe
la pregunta: ¿De qué mística se
nutren las culturas juveniles?
Ciertamente se requiere agudeza,
en estos tiempos, para
identificar las mociones del Espíritu
en las culturas juveniles. Así
como la mística ha permeado las
culturas, dotándolas de sentidos y
significado, como se percibe en la
pintura, la música y la literatura,
por ejemplo, del mismo modo, las
culturas juveniles pueden ayudar
a la mística a abandonar su estado
de abstracción para concretizarse
en formas y espacios visibles y experienciales.
En este sentido, se podría estimar
que son pocos los espacios
culturales en donde no se registra
la información de lo místico. Desde
la identidad latinoamericana
–a pesar de su hibridación cultural10
se hace necesario recuperar
las herencias espirituales y místicas
de los pueblos originarios
y ancestrales, para redescubrir
las múltiples y originales expresiones
que pueden configurar las
culturas juveniles, penetrándola
de lenguajes, símbolos, mitos,
técnicas, ritos, valores y cosmovisiones,
que den respuesta a los
anhelos de liberación de los pueblos.
Entonces sería posible hablar
de una espiritualidad juvenil
encarnada e inculturada. ¡Todo un
desafío para la comunicación en
la Iglesia!
4. Extender puentes para acentuar
la cultura del encuentro
En un tiempo en el que se proclama
la provisionalidad de las
verdades y su inminente liquidez
–como diría Zygmunt Bauman11
la cultura del encuentro se erige
10 Cf. CANCLINI, Néstor (2012). Culturas híbridas. Buenos Aires: Paidós.
11 Cf. BAUMAN, Zygmunt (1999). Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
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Revista CLAR No. 3 · 2018
Reflexión Teológica
como la principal apuesta de una
‘Iglesia en salida’ que quiere aproximarse
a los jóvenes con calidez
y, al mismo tiempo, con profundo
sentido crítico frente a la ‘panacea’
del mundo digital, como lo
ha acentuado el Papa Francisco:
“Hoy que las redes y los instrumentos
de la comunicación humana
han alcanzado desarrollos
inauditos, sentimos el desafío de
descubrir y transmitir la mística
de vivir juntos, de mezclarnos,
de tomarnos de los brazos, de
apoyarnos, de participar de esa
marea algo caótica que puede
convertirse en una verdadera experiencia
de fraternidad, en una
caravana solidaria, en una santa
peregrinación. De este modo, las
mayores posibilidades de comunicación
se traducirán en más posibilidades
de encuentro y solidaridad
entre todos”12.
Navegar por inconmensurables
autopistas de información y participar
en redes sociales digitales,
hace parte de la vivencia cotidiana
de las juventudes y, al mismo
tiempo, de las sendas abiertas
por la ciberteología13 para pensar
el cristianismo en los tiempos de
la red, como ha propuesto Antonio
Spadaro al considerar que “el
hombre del siglo XX es el hombre
de la red, siempre conectado y
siempre en comunicación. Y él –
como siempre en la historia– modeló
la tecnología a su imagen y
semejanza. De cierto modo, la
tornó espiritual”14.
Sin embargo, conexión no es,
necesariamente, sinónimo de comunión:
“La conexión, por sí misma,
no basta para transformar
plenamente la red en un lugar
para compartir (...). Todas las plataformas
de red social, por tanto,
son, en su conjunto, una ayuda
potencial para las relaciones interpersonales,
pero también una
amenaza para ellas”15.
Francisco, el obispo de Roma,
ampliamente reconocido por su
carisma de ‘constructor de puentes’
entre la Iglesia y los jóvenes
–que colmó de sentido el apelativo
de ‘Sumo Pontífice’– con autoridad
y con una mirada esperanzadora,
invita a reconsiderar
el lugar de la comunicación, toda
vez que “la red digital puede ser
un lugar rico en humanidad: no
12 FRANCISCO (2013). Evangelii Gaudium. No. 87.
13 SPADARO, Antonio (2012). Cyberteologia: Pensare il cristianismo al tempo dela
rete. Milano: Vita y Pensiero.
14 Ibid, p. 25.
15 SPADARO, Antonio (2016). Quando a fé se torna social. São Paulo: Paulus, p. 9.
[23]
Sínodo de los Jóvenes: Aportes a la reflexión desde la VC de América Latina y el Caribe
una red de cables, sino de personas
humanas”16. Es urgente, por
tanto, superar las brechas –no
solo digitales- entre los lenguajes
de los jóvenes y los de la Iglesia,
para construir y fortalecer redes
de comunión y participación.
Bibliografía
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por los medios. Dilemas
de la educación en la era digital.
Buenos Aires: Paidós.
• BENEDICTO XVI, (2010). Mensaje
para el 44º jornada
mundial de las comunicaciones
sociales.
• BENEDICTO XVI (2013). Mensaje
para el 47º jornada
mundial de las comunicaciones
sociales.
• BAUMAN, Zygmunt (1999).
Modernidad líquida. Buenos
Aires: Fondo de Cultura Económica.
• CANCLINI, Néstor (2012). Culturas
híbridas. Buenos Aires:
Paidós.
• CASTELLS, Manuel (2012).
Comunicación y poder. México:
Siglo XXI editores.
• ELIZALDE, Óscar (2018). Gustavo
Entrala: “Este Papa te
toca el corazón todos los
días”. Entrevista publicada el
27 de julio de 2018 en Vida-
NuevaDigital.com [Disponible
en: http://www.vidanuevadigital.
com/2018/07/27/gustavo-
entrala-este-papa-te-tocael-
corazon-todos-los-dias/]
• FRANCISCO (2013). Evangelii
Gaudium.
• FRANCISCO (2014). Mensaje
para la 48º jornada mundial
de las comunicaciones sociales.
• LORENZO, José et al (2016).
La Buena Noticia, sin altavoz.
En Revista Vida Nueva No.
3.005, pp. 12-17. Madrid: PPC.
• PRENSKY, Marc (2013). Enseñar
a nativos digitales. Madrid:
Ediciones SM.
• SPADARO, Antonio (2012). Cyberteologia:
Pensare il cristianismo
al tempo dela rete.
Milano: Vita y Pensiero.
• SPADARO, Antonio (2016).
Quando a fé se torna social.
São Paulo: Paulus.
16 FRANCISCO (2014). Mensaje para la 48º jornada mundial de las comunicaciones
sociales.
LENGUAJES Y CÓDIGOS JUVENILES COMO DESAFÍO A LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA
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