EL DECLIVE DE LA FE EN EL PROGRESO. POSMATERIALISMO, IDEOLOGÍA Y RELIGIOSIDAD EN LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA TECNOCIENCIA

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Cristóbal Torres Albero,Josep A. Lobera EL DECLIVE DE LA FE EN EL PROGRESO. POSMATERIALISMO, IDEOLOGÍA Y RELIGIOSIDAD EN LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA TECNOCIENCIA, en Revista de Sociología Vol 75, No 3 (2017) 

RESUMEN
En las sociedades contemporáneas, las representaciones sociales de la tecnociencia han devenido más complejas y poliédricas, alejándose de las concepciones meliorativas tradicionales. Nuestro trabajo profundiza en el análisis de la creciente importancia de la ambivalencia, así como en el cuestionamiento del modelo del déficit cognitivo como teoría explicativa. Apuntamos que los esquemas cognitivos vinculados a valores posmaterialistas y al nivel de religiosidad tienen un papel decisivo en la conformación de los posicionamientos de la opinión pública sobre aspectos controvertidos de la tecnociencia. Por otro lado, constatamos que estos vínculos varían según las distintas culturas nacionales. En el caso de España, la problematización de las representaciones sociales de la tecnociencia suele estar asociada, de un lado, a las personas con menores niveles de religiosidad y, de otro, con un aumento de las preocupaciones posmaterialistas debido al proceso de secularización de nuestra sociedad.


CONCLUSIONES 
En nuestro trabajo, constatamos la problematización de ciertos aspectos de la tecnociencia, así como el papel central que ocupa la ambivalencia para la caracterización de sus representaciones sociales. Las sociedades contemporáneas –y la española entre ellas– se han alejado de la valoración meliorativa de la tecnociencia, en un proceso en el que se han desarrollado posiciones ambivalentes a lo largo del último medio siglo (Torres-Albero 2005a2005b20072009), en consonancia con la cotidianeidad y diversidad de los usos sociales de la tecnociencia. No todas las aplicaciones tecnocientíficas son automáticamente valoradas positivamente por una mayoría de la población, que aplica esquemas cognitivos a la hora de valorar las bondades o desventajas en cada caso. Estos esquemas previos se superponen o, en ocasiones, incluso superan al grado de conocimiento y comprensión tecnocientífica a la hora de explicar dichas posiciones. 
Las evidencias que aportamos cuestionan el modelo del déficit cognitivo en las actitudes críticas hacia algunos aspectos de la tecnociencia y ponen de relieve el papel que desempeñan los esquemas cognitivos relacionados con la ideología política, el nivel de religiosidad o la creencia general en la omnipotencia de la tecnociencia. El proceso de secularización de la sociedad en España, por un lado, y el declive de la fe en la omnipotencia de la tecnociencia, por otro, parecen estar asociados con un aumento de las preocupaciones posmaterialistas; y estas, a su vez, con el aumento de la ambivalencia y la problematización de la representación social de la tecnociencia. ¿La religiosidad condiciona la conformación de opiniones en torno a la tecnociencia, más allá de otros factores? Nuestros resultados apuntan a que la religiosidad está conectada a un esquema interpretativo construido en cada individuo que condiciona sus opiniones en torno a la tecnociencia. Afirmamos que la religiosidad, por sí misma, no condiciona la interpretación de los hechos complejos, sino que lo hace la forma en la que esta religiosidad ha sido construida socialmente y a qué sistema de valores se ancla en esa construcción. Así, en culturas como la española, los mayores niveles de religiosidad se manifiestan asociados con actitudes generalmente más positivas de las aplicaciones tecnocientíficas controvertidas –a excepción de la clonación. En cambio, los niveles más bajos de religiosidad se asocian con actitudes más escépticas y críticas respecto a las aplicaciones tecnocientíficas controvertidas, así como a los valores posmaterialistas. Los estudios realizados entre la opinión pública estadounidense muestran cómo la religiosidad tiene un sentido inverso al que detectamos aquí para la sociedad española. 
A la hora de explicar su influencia en la conformación de posicionamientos en torno a aspectos controvertidos de la tecnociencia, nuestras conclusiones apuntan a la importancia de comprender cómo la religiosidad se ha construido socialmente en cada cultura, pudiendo estar asociada a sistemas de valores opuestos en diferentes contextos sociales. Esto sugiere que la religiosidad está fuertemente asociada con lógicas prácticas o habitus distintos, en una asociación específica para cada cultura. Así, el efecto de la religiosidad hacia las aplicaciones tecnocientíficas no presentaría una dirección única, contrariamente a lo sugerido en estudios anteriores (Scheufele et al2009; Brossard et al2009) sino que, al contrario, se muestra en sentidos contrarios en contextos socioculturales distintos. Así, la consideración de la religiosidad como variable nos sirve como identificador del clivaje entre grupos con habitus diferentes. Grupos que han construido lógicas diferentes de interpretar el mundo en cada cultura y en los que la religiosidad aparece como un indicador visible de estas distintas urdimbres de significados.
En las sociedades contemporáneas, la tecnociencia es escasamente cuestionada en su contribución a la mejora de la calidad de vida, las condiciones de salud y el desarrollo económico. Se observa, en cambio, una mayor problematización de su impacto sobre el medio ambiente, las relaciones interpersonales, la libertad y la solidaridad. Las preocupaciones o actitudes críticas no se dirigen hacia la función social de la ciencia ni hacia los científicos como profesión, dado que ambas cuestiones gozan de un elevado prestigio entre la población (Lobera y Torres-Albero 2015). Una proporción significativa de la población recela, sin embargo, de la influencia de intereses privados sobre la tecnociencia a través de su financiación. 
La complejidad de las aplicaciones tecnológicas aumenta rápidamente con su especialización, así como la incertidumbre y sus impactos potenciales (Beck 1986). En algunos casos, la comprensión de sus impactos y posibles riesgos se ve reducido a un número limitado de especialistas y no siempre se establece un consenso científico en torno a sus eventuales repercusiones sociales y/o ambientales. En un contexto social en el que la tecnociencia ha perdido su halo de perfectibilidad entre una amplia mayoría de la población, la evaluación que los individuos realizan de las aplicaciones tecnocientíficas complejas está conectada con esquemas o atajos cognitivos anclados en su ideología política, su religiosidad o su creencia en la capacidad general de la tecnociencia. Las diferentes aplicaciones tecnocientíficas presentan características específicas que interactúan con los valores y maneras de entender el mundo de distintos grupos sociales, planteando conflictos específicos en función de esas características en cada sector social con niveles de religiosidad o ideologías políticas diferenciadas. 
Ante cuestiones de mayor complejidad, los esquemas cognitivos adquieren una mayor importancia en las actitudes hacia la tecnociencia y disminuye el peso del nivel de comprensión o conocimiento científico en la conformación de los posicionamientos. Los individuos se basan, así, en sus valores e ideología para orientarse en sus posiciones en torno a las aplicaciones tecnocientíficas, como esquemas cognitivos de una realidad compleja. Esta consideración de las representaciones sociales de la tecnociencia está alejada del contrato social implícito clásico a favor de la tecnociencia y apunta a la necesidad de que emerja, de manera explícita, un nuevo contrato social acorde con la presencia de diferentes sistemas de valores en las sociedades contemporáneas avanzadas y, particularmente, con la cada vez mayor consideración de las preocupaciones posmaterialistas asociadas a la tecnociencia. 
Finalmente, consideramos que es conveniente continuar esta línea de investigación con estudios de carácter más cualitativo, que permitieran contrastar los resultados empíricos obtenidos con los discursos y prácticas de los sujetos, así como con datos comparativos sobre las hipótesis que se han probado en este artículo, tanto en nuestro entorno sociocultural más próximo, como de otras sociedades diferentes.

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