UN ENFOQUE HOLÍSTICO MÁS ALLÁ DE LO RELIGIOSO

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 Juan Diego Ortiz Acosta 

 DESDE AMÉRICA LATINA. UN ENFOQUE HOLÍSTICO MÁS ALLÁ DE LO RELIGIOSO 

 Contextualizaciones 

 Resumen 

El asunto de la espiritualidad humana siempre ha sido considerado como una cuestión perteneciente al ámbito de las religiones, sin embargo, hoy se interroga el problema para situar a la espiritualidad en el campo de la laicidad, de tal modo que sea comprendida como una dimensión humana que puede cultivarse desde las religiones, como fuera de ellas. En América Latina se ha venido discutiendo el tema a partir de diversas posturas que coinciden en la necesidad de reconocer el campo espiritual como una vía de apertura de la conciencia que le permita a la persona desarrollar sensibilidades e interés sobre su realidad y se sienta parte de la relación que vincula la vida humana con la naturaleza y el cosmos. Voces como la de Pedro Casaldáriga, José María Vigil, Leonardo Boff, Rui Manuel Grácio y Patricio Guerrero, entre otros, se han manifestado en este sentido y han revalorado la práctica de la espiritualidad como un acceso que puede conducir a los individuos y las sociedades hacia mejores niveles de humanidad que permitan frenar la grave crisis civilizatoria por la que atraviesa el mundo entero. En estas reflexiones se recuperan las espiritualidades indígenas latinoamericanas como referencias de otras cosmovisiones que van en sentido contrario 



La espiritualidad laica que se práctica y se discute en diversos ámbitos latinoamericanos es una espiritualidad que tiene connotaciones de compromiso social y político. 

Es una espiritualidad que se cultiva con el propósito de contribuir en la reconstrucción del sentido de humanidad ante las crisis profundas que padece el planeta y el subcontinente. No niega la religiosidad, pero considera que fuera de las religiones también se puede ejercer otro tipo de espiritualidad sin la necesidad de las iglesias y sus discursos tradicionales. 

Diversas voces provenientes de la teología de la liberación coinciden en que la espiritualidad laica representa una apertura de conciencia que puede permitir la gestación de sensibilidades, percepciones y valores que le permitan al ser humano comprender el enorme entramado de relaciones por las que transita la vida, de tal modo, que resulta relevante reconstruir el tejido social vinculado con el entorno natural del que depende, realidad, para cambiar al ser humano. 

En este sentido, los pueblos indígenas de América Latina son un referente de una espiritualidad laica, pero también religiosa, con la cual han sostenido una cosmovisión holística de la existencia, referente cultural del cual es imprescindible aprender porque su pensamiento y experiencia van en sentido contrario a la lógica capitalista de destrucción, explotación e individualismo. 

Este capital espiritual del que habla Leonardo Boff, es un patrimonio latinoamericano que puede ser una guía en la construcción de nuevos paradigmas que tiendan a asegurar la existencia y la reproducción de la vida, pero no sólo la humana, sino la de todas las especies. Por lo que los nuevos paradigmas tendrán que ser ecocéntricos porque sin naturaleza no hay vida humana. 

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