Programa de alfabetización emocional. Una alternativa para formar padres emocionalmente competentes

 


 Than-Ferrera, M. L. y Velazco-Espinosa, E. (2022). Programa de alfabetización emocional. Una alternativa para formar padres emocionalmente competentes. RIIED, Vol. 2 (4), 12-23. 


 Este programa fue diseñado con el propósito de desarrollar habilidades para formar padres emocionalmente competentes, fortaleciendo la salud mental de los miembros de la familia, construir interacciones inteligentes que les permitan afrontar los fenómenos sociales actuales magnificados en los medios como el cine, la televisión y el internet. 

Para la ejecución del programa se estructuró en cinco módulos con sesiones y actividades vivenciales, orientadas a la reflexión para el cambio, a través de la autorregulación, el modelaje, el aprendizaje colaborativo la mediación. 

Se logró el impacto en 218 padres de familia de 900 que integran la población de tutores de la escuela Secundaria del Estado, resultados reflejados en la conducta y desempeño académico de los alumnos. Actualmente se trabaja en sistematizar los datos para los ajustes y reestructuración del programa. 


Conclusiones 

No se puede vivir sin convivir, y la convivencia se traduce en relaciones humanas que implican un intercambio de creencias, valores, conflictos, lenguaje y sobre todo emociones, en la vida humana la posición o lugar de la afectividad y de las emociones es muy central, son ellas los que impulsan o paralizan las acciones, las que unen o separan a los hombres. 

Sin embargo, su dominio no está asegurado, es una parte del ser humano que no siempre es dócil a la voluntad y a la razón. Es como un gato doméstico, al que hay que amaestrar, porque puede volverse contra nosotros, como reconoce Yepes (1996) es el motivo por el que las emociones no se pueden controlar completamente si no nos empeñamos en entrenarlas y educarlas (Yepes, 1996). 

La razón de una educación emocional es obvia: si se entiende que las cualidades básicas de saber convivir requieren una buena dosis de calidez, escucha, empatía, respeto, compasión, comprensión y un manejo apropiado de emociones, se comprenderá que este conjunto de manifestaciones o habilidades sociales van de la mano en toda relación interpersonal madura, armoniosa, constructiva y feliz. 

Y si se es capaz de aprender a construir esta clase de convivencia entre la gente, el impacto benéfico hacia la sociedad entera será el de conformar una cultura donde exista el interés auténtico por conocerse a fondo a sí mismo, comprenderse unos a otros con el consecuente respeto a las diferencias individuales y la consideración y apoyo a los seres que requieren ayuda por su fragilidad se trabaja en el control emocional , así como al desarrollo de habilidades básicas para la convivencia armónica que permitan la construcción y consolidación de una cultura de paz. (Armendáriz, 2004). Actualmente se trabaja en sistematizar los datos para los ajustes y reestructuración del programa. 


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