Las enfermedades infecciosas en la Prehistoria: diversos casos de estudio



ALEJANDRO LEÓN CRISTÓBAL Las enfermedades infecciosas en la Prehistoria: diversos casos de estudio MEMORIA Y CIVILIZACIÓN 31/03/2022 [ISSN: 1139-0107; 1- 30 

tomado de https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/63655/1/rhereder%2C%201.EnfermedadesPrehistoria%28MyC%29.pdf

Resumen

Las bacterias, virus y otros microorganismos son parte de la vida fundamental de este planeta. El equilibrio de la naturaleza, generalmente alterado por la acción del ser humano sobre esta, ha provocado, provoca y provocará que nuevas y viejas enfermedades hagan peligrar el crecimiento exponencial de la raza humana.

Pese a que esta no es invulnerable frente a la acción de las enfermedades infecciosas por muchos progresos médicos y antibióticos que se desarrollen, el ser humano ha intentado siempre luchar y combatir las patologías generadas por estas mediante todos los recursos disponibles a su alcance. Estos recursos, naturales mayormente, han ayudado generalmente a hacer frente a síntomas leves, moderados y en algunas ocasiones incluso graves.

El conocimiento del medio natural por parte de las sociedades prehistóricas no solo comprende la caza y la recolección como actividades esenciales, sino también la búsqueda y recogida de elementos y recursos medicinales procedentes de la naturaleza, cuyas utilidades sin duda fueron pasando de generación en generación entre las poblaciones humanas.

Algunas de las enfermedades infecciosas mostradas parecen tener en ocasiones un origen que se remonta a hace millones de años, mucho antes incluso de la evolución del ser humano. Sin embargo, debido a que muchas de estas no dejan huella o registro alguno en el aparato esquelético, resulta sumamente complicado establecer dataciones fiables que corroboren esta hipótesis. Más evidente es el hecho de que con la llegada de las innovaciones neolíticas al continente europeo la transmisión de bacterias, enfermedades y virus se dispara potencialmente. Las principales causas del aumento de casos patológicos e infecciosos entre las poblaciones humanas parecen proceder precisamente de algunas deestas innovaciones neolíticas, como son: la agricultura, la domesticación de animales, el sedentarismo, el aumento progresivo de la población, el consumo de productos secundarios, entre otros.


Algunos microorganismos, alojados en animales salvajes, tuvieron la posibilidad de infectar a las poblaciones humanas a partir del acercamiento de estas gracias a la domesticación y la cría de ganado, provocando los llamados saltos zoonóticos, perfectamente observables en sociedades principalmente ganaderas como la argárica, por ejemplo.

Sin embargo, la convivencia con especies domesticadas como las vacas, los cerdos, las ovejas, las cabras o incluso los perros, parece que tuvo mucho que ver con el desarrollo y la transmisión de ciertas enfermedades, que, de otro modo, no habrían progresado con éxito a través del paso del tiempo. El consumo de la carne de estas especies infectadas por parásitos o microorganismos, debió de ser el causante en muchas ocasiones de enfermedades infecciosas con especial relevancia patológica en organismos blandos como el estómago o los intestinos. El consumo de productos agrícolas cultivados también jugaría un papel similar en la transmisión de patógenos entre las poblaciones humanas, principalmente por el uso de abonos naturales procedentes de animales o humanos infectados. El desarrollo de la agricultura también aportaría una segunda problemática, cual es el necesario trabajo de la tierra cerca de zonas inundadas, lacustres o fluviales, hogar de diversos parásitos, bacterias y virus que habrían entrado en contacto con los primeros agricultores. Precisamente en estos lugares, la presencia de especies transmisoras de estos microorganismos, como algunos gasterópodos terrestres ya mencionados anteriormente, facilitaría la recogida de los mismos como una fuente de alimento sustancial para las poblaciones humanas, pero, en contrapartida, provocaría una mayor exposición de estas a determinados parásitos, como el causante de la esquistosomiasis.

La consecuencia evidente de las anteriores innovaciones neolíticas sería la expansión demográfica en el territorio de los grupos humanos. Las relaciones de comercio y trueque que se generan gracias a los excedentes del Neolítico, así como las migraciones poblacionales entre territorios que continúan sucediéndose, contribuirían a la expansión de enfermedades entre unos grupos humanos cuyas defensas naturales no estarían preparadas para luchar contra microorganismos desconocidos. Esta, es una de las hipótesis factibles de la desaparición de los neandertales en Eurasia. Con la llegada de la agricultura y la ganadería, las sociedades neolíticas comprenden que, progresivamente, deben abandonar la itinerancia para poder dedicarse a tiempo completo al cuidado de cultivos y ganados, lo cual provoca un comportamiento de sedentarismo y territorialidad sobre el espacio habitado. La expansión demográfica, el aumento de la natalidad y el inicio del origen de los excedentes facilitaron que la población aumentara rápidamente, viéndose comprometida la vulnerabilidad de esta frente a las enfermedades infecciosas.


Estas afecciones modificaron probablemente el comportamiento de los grupos, poblados o clanes humanos, generando incidencias que plantean más preguntas que respuestas, como: ¿Qué implicaciones tendrían estas enfermedades para el nacimiento de la descendencia? ¿Afectarían significativamente estas a la lactancia materna y por ende al desarrollo de los infantes? ¿Se instalarían estas infecciones de forma recurrente entre los poblados humanos o tras el contagio inicial desaparecerían temporalmente? El estudio del pasado permitirá no solo plantear más cuestiones de relevancia sino también dar respuesta a muchas de ellas.

El futuro de las enfermedades infecciosas continúa todavía siendo una incógnita, pero gracias al estudio de la acción de estas durante la Prehistoria, hoy se conoce mucho más sobre sus orígenes y sobre cómo afectaron en mayor o menor medida a la evolución de los comportamientos sociales y culturales del ser humano.

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