Religión en Moscú y Ucrania en el siglo XIV
El factor religioso de la guerra en Ucrania
"Es a partir del siglo XIV, cuando las invasiones tártaras arrasan Kiev, que el centro de gravedad se traslada de hecho a Moscú.
Allí se instala el gobierno civil, y también la cabeza de la Iglesia. En 1054 se había producido el cisma de Oriente, la ruptura de la cristiandad en dos partes, con sendos polos en Roma y en Constantinopla.
El siglo XV encuentra a la actual Ucrania bajo la dominación polaco-lituana, y en ese contexto se produce la “unión de Brest”, por la que la mayor parte de la Iglesia greco-católica de Ucrania (así llamada porque conserva la liturgia bizantina y la disciplina oriental, que permite por ejemplo que los sacerdotes –no los monjes ni los obispos– sean varones casados) vuelve a la comunión con Roma.
Desde entonces existe una tensión importante entre los católicos de rito oriental (a los que despectivamente algunos llaman “uniatas”) con centro en Kiev o Lviv; y los ortodoxos seguidores del patriarcado ya definitivamente instalado en Moscú.
Hay que notar que además la Iglesia rusa se convirtió de lejos en la más numerosa y poderosa de las iglesias ortodoxas. No por nada ellos llaman a Moscú “la nueva Roma”.
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