Reseña del libro El diaconado. Nuevas perspectivas

 Dario VITALI, El diaconado. Nuevas perspectivas, Madrid: BAC, 2021, 184 pp.,

14 x 21, ISBN 978-84-220-2205-3.

RESEÑAS

SCRIPTA THEOLOGICA / VOL. 54 / 2022 567


En el año 2019 fue publicada con el título Diaconi: che fare? esta obra traducida

ahora al español por la editorial BAC.

 Se trata de una pregunta legítima que se hace el profesor titular de Eclesiología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y profesor invitado en el Instituto Teológico Leoniano de Anagni. 

El sacerdote Dario Vitali es un buen conocedor de la eclesiología conciliar, tal y como ha mostrado en otras de sus obras como, por ejemplo, Lumen Gentium. Storia, commento, recezione (2012) y Popolo di Dio (2013).

 La cuestión que ahora plantea «busca ser signo de inconformidad, casi de frustración ante el fracaso de una elección conciliar que prometía resultados muy diferentes» (p. 9)

Ciertamente, desde que LG 29 restauró el diaconado como «grado propio y permanente de la jerarquía eclesiástica» ha crecido el número de diáconos pero no la comprensión teológica y sacramental del diaconado.

Estamos ante una obra necesaria y valiente que busca asumir el desafío de «releer

críticamente toda la cuestión, sometiéndola a un proceso de decantación, del que puedan surgir los elementos constitutivos a partir de los cuales establecer un perfil de ministerio diaconal que sea un resorte y no un problema para la Iglesia» (p. 11). 

El autor no pretende abarcar todas las cuestiones históricas, teológicas, canónicas y pastorales sobre el diaconado, sino el tema como tal.

Otros aspectos ya han sido abordados en el Documento El diaconado: evolución y perspectivas (2002) de la Comisión Teológica Internacional.

El tema es de indiscutible actualidad desde que, en el año 2016, el papa Francisco estableció la Comisión para el Estudio del Diaconado Femenino.

La obra se divide en tres partes. La primera de ellas sobre «la lección del Concilio

Vaticano II» pretende descubrir qué movió a los Padres conciliares a restablecer

el diaconado –se sobrentiende que nos referimos al permanente, ya que la excepción

es el transeúnte– y cómo esta decisión se recibió y se puso en práctica en la época

posconciliar. 

Es un momento marcado por importantes documentos como los diversos Motu proprio de Pablo VI, «Sacrum diaconatus ordinem» (1967), Ad pascendum(1972) y Ministeria quaedam (1972), y acciones concretas como los nuevos ritos de

ordenación recogidos en el Pontificale romanum (1968). 

La formulación doctrinal del diaconado se reduce de modo habitual a la repetición de la expresión de LG 29 «ordenados non ad sacerdotium, sed ad ministerium». 

«Lo sorprendente es la absolutización del término ministerium, en detrimento

del significado original de la fraseque hablaba de los diáconos como “ordenadosad ministerium Episcopi”» (p. 59).

En la segunda parte de la obra, de perfil más exegético e histórico, se realiza «el

retorno a las fuentes», estudiando lo que dicen sobre el diaconado el Nuevo Testamento, del cual se concluye la existencia de este ministerio desde la era apostólica, y los Padres de la Iglesia, que nos muestran al diácono como el poderoso ministro de los pobres que se sitúa al lado del obispo en la celebración eucarística.

La tercera parte ofrece una adecuada interpretación teológica del diaconado y

formula propuestas pastorales para el futuro.

Se estudia teológicamente la sacramentalidad del diaconado y su relación con el

episcopado, con una visión de conjunto sobre el sacramento del Orden basándose en un modelo relacional.

El teólogo italiano marca una línea claramenteeclesiológica, no insistiendo tanto en la identificación del diácono con Cristo siervo. Toda su argumentación se basa en

la diferenciación entre dos funciones complementarias en el ministerio del Obispo:

ad sacerdotium, realizada por los presbíteros, y ad ministerium, realizada por los diáconos.

Desde aquí extrae algunas conclusiones quizás un poco precipitadas, como

la posibilidad real de que existan diaconisas o la negación del carácter que configura al diácono con Cristo siervo, y otras más fundamentadas, como la necesidad de ver este ministerio no solo en el ámbito litúrgico e ir más allá de la lógica de los grados del Orden, que inevitablemente subordina el diaconado al presbiterado como grados consecutivos.

Estamos ante una obra que en pocas páginas nos adentra en el núcleo del estudio

sobre el diaconado, terminando cada capítulo con un panorama general que

ayuda a hacerse cargo de las cuestiones esenciales que se van exponiendo. El libro

presenta un índice sencillo, ordenado y claro, con suficientes notas a pie de página.

El autor renuncia al intento de abarcar las numerosas obras y artículos sobre el tema

y presenta, en cambio, una bibliografía selecta que va comentando y clasificando.

Este último punto servirá para futuras y rigurosas investigaciones teológicas sobre

«un orden que, lamentablemente, sigue enmarcado en la lógica del decreto tridentino

» (p. 175) y que reclama a la teología una mayor reflexión, más allá de la práctica

eclesial concreta.


José Manuel SALGADO

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