Invasión de los árabes en la Pinísula ibérica

En el 711, los musulmanes del Califato Omeya, en 15 años, es decir, hasta el año 726, tomaron la península ibérica donde estaban los visigodos, totalmente conquistada en el 720, y parte del sur de Francia, excepto la actual Asturias. Las crónicas musulmanas justifican la no conquista de Asturias porque era "poco botín una franja en la que poco más había que unos rebaños de cabras".

Para conquistar el reino visigodo, germanos que invadieron la península a principios del siglo V cuando el Imperio romano está en decadencia, hizo falta muchas luchas, quizás porque las fuerzas musulmanas eran pocas y también por la dificultad del terreno con montañas, desfiladeros, etc.

Pero las bandas de esclavos, la falta de dinero del reinado visigodo, la lucha de los nobles contra el rey ayudó a los invasores en su conquista. A esto hay que añadir las epidemias de peste, las sequías, el hambre, así como la luchas por el trono visigodo entre clanes. Y un factor importante fue la población judía, forzados a ser conversos, continuamente los visigodos le exigían nuevos impuestos, y ellos sabían que en el norte de África estaban siendo respetados.

Enel año 711 desembarcaron en Algeciras 7000 bereberes, se aposentaron en el peñón de Gibraltar, esperando nuevas tropas y empezó el pillaje en la baja Andalucía. Tariq vence a Rodrigo en la batalla del río Guadalete en julio del 711 cogiendo un gran botín. Parte del éxito de su acción militar se le atribuye a Julián, el Conde Julián que ejercía de gobernador de Ceuta, y que fue señalado como uno de tantos que traicionó a Don Rodrigo; según la leyenda, lo hizo en venganza por la violación de su hija por el monarca hispano

Reforzados empiezan a conquistar territorios. Cádiz, Sevilla, Córdoba, Mérida, Toledo, Granda, Málaga, Jaén Baeza, etc., conquistando todo el Centro de la península.

Tariq conquista Aragón. Muchas ciudades y regiones se rindieron mediante pactos, porque los que no lo hacían eran destruidas y quemadas, crucificando a hombres y esclavizando a mujeres y niños. Daban libertad a los esclavos que se convertían al islam, y desapareció la legislación antijudía.

Pusieron un sistema de pago fijo por persona solo a los no musulmanes, por la que había constantes conversiones de cristiano al islam. Se firmaron pactos con algunos nobles visigodos, que por el pago de impuestos les dejaba seguir su religión y las iglesias no eran atacadas. Se pagaba en especies, trigo, cebada, mostos vinagre miel aceite y también parece en metálico.

Los omeyas instalaron su sede de gobierno en Sevilla, y muchos nobles se convirtieron Califa y fue asesinado. Trasladan la sede a Córdoba cobrando un nuevo impuesto por trabajar la tierra. A finales del siglo X, en la antigua cora de Ilbira pasó a ser reino, cambiando el nombre por el de Granada. Nombre que proviene del árabe Gar-anate (colina de peregrinos) y, para otros, del latino Granatum (Granado). Si atenemos a esta última acepción, debemos acudir al término Arromana, procedente del vocablo Rumman (Granada). El fruto de la granada fue conocido por los romanos por los fenicios pero quien lo generalizó en Hispania fueron los musulmanes

La conquista por parte de los musulmanes influyo en la cultura. Trajeron el pensamiento griego asimilado por ellos, convirtiendo a la Hispania romana en uno de los centros de cultura islámica. En ciencias no se puede olvidar grandes descubrimientos en la Química, la Astronomía, la Ingeniería, las Matemáticas y la Medicina, entre otras. Basta nombrar solo el álgebra, los números arábigos y el uso del cero, para aquilatar la importancia de su aporte a la humanidad.

Y también en su permanencia en Hispania cogieron parte de la arquitectura visigoda, como el arco de herradura.

Se produjo una progresiva arabización del Al-Ándalus, tomando numerosos prestamos léxicos del árabe. Desde el siglo VIII al XV se habló el árabe andalusí, un dialecto árabe con mezcla de lengua vernácula introduciendo la gastronomía, pomadas, ungüentos, toponímicos, apellidos. Pero además trajeron a la península Ibérica nuevos cultivos: arroz, algodón, espárragos, alcachofas, etc., así como novedosas técnicas de regadío, máquinas elevadoras de agua y métodos para injertar plantas hasta entonces desconocidos. 

Muchos visigodos fueron a otros países llevándose numeroso libros y obras de arte.