La conciencia y el prójimo

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La conciencia y el prójimo
El pensamiento del siglo XX ha tenido que:
1. Reconquistar el yo frente a los poderes del ello; primacía de la conciencia sobre la ciencia. Se lo debe al existencialismo y al personalismo.
2. El tú frente a los poderes del yo: conquista de la alteridad, frente a ontologismos e idealismo alemán, realizada por la reflexión normalmente religiosa, en primer lugar judía y luego católica, que ha iluminado la sacralidad de cada rostro humano y su inviolabilidad y por el pensamiento marxista, que ha hecho que el tú se enfrente al yo para reclamar la suyo.




El hombre está ordenado al otro y desde este aserto surge una ontología, una ética y una teología, porque solo ante la alteridad se reconoce a sí mismo, y con el aparece el consentimiento y el rechazo, pasando la racionalidad a segundo plano, entrando en juego la voluntad, la libertad, el amor y el desamor.

Con el prójimo, la conciencia sabe de él y sabe también de sí mismo. Dios, como prójimo absoluto, viene por la palabra y por la faz del prójimo y con El adquiere sentido su vida.
Para recuperar la dignidad humana es necesario recuperar la conciencia, salir de sí mismo y desbordarse hacia el prójimo.
Olegario afirma que hay que hacer un triple proceso para recuperar la conciencia :
• Anagnórisis o reconocimiento de su interna deshumanización
• Catarsis o purificación del pasado
• Metamorfosis o transformación hacia un nuevo sentido con nuevos valores.
El asevera al contemplar a Dios en la Cruz, a ese Dios amor:

El hombre ha sabido definitivamente quién es él mismo, cuando ha descubierto al otro como prójimo y sobre todo cuando a uno de sus hermanos, próximo y cercano a su historia, le ha reconocido como Dios. Este prójimo absoluto nos ha permitido saber de nuestra identidad. Por ser él nuestra suprema circunstancia, nuestro tú de enfrentamiento en suprema debilidad, y vulnerabilidad, sabemos ya los hombres a qué estamos llamado. Esa proximidad ha constituido el sello definitivo y el definitivo trscendimeinto a la vez de nuestra conciencia.



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