¿Quién es Martín Buber?

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Está copiado de Revista de libros
Nacido en Viena en 1878, hablaba con fluidez yidis, alemán, francés, hebreo y polaco. Sionista desde sus años de estudiante universitario, mantuvo una relación conflictiva con Theodor Herzl. 
Mientras ejerció la docencia en la Universidad de Fráncfort, trabajó conjuntamente con Franz Rosenzweig, traduciendo la Biblia hebrea al alemán. En 1938 se exilió en Jerusalén, huyendo de la barbarie nazi. No se marchó sin ofrecer cierta resistencia, creando instituciones educativas para judíos, que habían perdido el derecho de asistir a las escuelas públicas. 
Profesor de filosofía en la Universidad Hebrea de Jerusalén, fundó Berit Shalom (Alianza por la paz), un movimiento que apoyaba el entendimiento entre árabes y judíos. Su obra más conocida es Ich und Du (Yo y Tú), publicada en 1923. Su interpretación del ser como espacio de diálogo entre el hombre y el mundo, que presupone la apertura al otro y a Dios, formula un humanismo que identifica la excelencia con la realización histórica de la solidaridad, la paz y la tolerancia.
El cuidado del otro no es una pesada carga, sino un lastre liviano que nos humaniza. El otro, especialmente en sus situaciones de indefensión y precariedad, es el fundamento de la ética y la vía de acceso a la trascendencia. 

No es posible dialogar con Dios si no hay amor y ternura. Dios no es un ídolo, sino una invitación permanente a la fraternidad. El ser humano es el cooperador de Dios en la marcha del mundo. Su corresponsabilidad es un sacramento que se hace efectivo cada vez que el diálogo frustra la tentación de odiar al otro, al extranjero, al diferente. El diálogo no es una herramienta humana, sino la esencia del ser, su raíz ética y ontológica. 
La palabra compartida es apertura, horizonte, indeterminación, esperanza. En el caso del conflicto árabe-israelí, Buber manifestó en 1958, con sus ochenta años de vivencias y reflexiones: «No puede haber hoy una paz entre judíos y árabes que sea sólo el simple final de la guerra; puede haber todavía una paz basada en el trabajo en común. Bajo circunstancias cada vez más difíciles, el mandamiento del Espíritu es todavía hoy, y más que nunca, ir preparando el trabajo en común de los pueblos». Martin Buber murió en Jerusalén el 13 de junio de 1965.

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