Podría ser “Dios” un obstáculo para la propia religión?
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Entrevista a Ramón María Nogués por Diego Bermejo
Podría ser “Dios” un obstáculo para la propia religión? Un exceso de teísmo, responsable de una imagen de Dios masculina, patriarcal y demasiado antropomórfica, parece estar dando cabida en nuestra cultura, incluso de masas, a una imagen de Dios más einsteniana, más acorde con la cultura científica, más panteísta y menos personal. Recordemos algunas afirmaciones de Einstein que ateos o agnósticos, incluso muchos creyentes (a tenor de la recientes encuentas), aceptan de buen grado: “Soy un no-creyente profundamente religioso. De alguna manera, esta es una nueva clase de religión”… “Nunca he atribuido a la Naturaleza ningún propósito u objetivo, ni nada que pueda entenderse como antropomófico. Lo que yo he percibido en la Naturaleza es una estructura magnífica que solo podemos comprender muy imperfectamente, y eso debe llenar a cualquier ser pensante de un sentimiento de humildad. Este es un sentimiento genuinamente religioso que nada tiene que ver con el misticismo”… “La idea de un Dios personal es bastante extraña para mí, e incluso me parece infantil”… “Si hay algo en mí que pueda llamarse religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede revelarla”… “Creo en el Dios de Spinoza, quien se revela a sí mismo en la antigua armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se preocupa por los destinos y acciones de los seres humanos”… Y otras similares. El proceso secularizador de la modernidad ha puesto en entredicho imágenes infantiles e infantilizadoras de Dios, recogidas en la crítica fuerte a la religión de los apodados por Ricoeur “maestros de la sospecha” (Marx, Freud, Nietzsche). ¿Dice algo este giro einsteniano de la “religiosidad científica” sobre el cristianismo como religión?
Sí, y en este sentido aquella frase de algunos filósofos y también de teólogos que afirman que el cristianismo es “la religión de la salida de la religión”, como dice Gauchet, debía ser un poco esta constatación, y no por enemistad específica contra Dios, sino contra religiones que han constituido la imagen de Dios como algo muy alienante. Una religión no perjudicial sería una que salga de lo religioso más típico en este sentido.
Entrevista a Ramón María Nogués por Diego Bermejo
Podría ser “Dios” un obstáculo para la propia religión? Un exceso de teísmo, responsable de una imagen de Dios masculina, patriarcal y demasiado antropomórfica, parece estar dando cabida en nuestra cultura, incluso de masas, a una imagen de Dios más einsteniana, más acorde con la cultura científica, más panteísta y menos personal. Recordemos algunas afirmaciones de Einstein que ateos o agnósticos, incluso muchos creyentes (a tenor de la recientes encuentas), aceptan de buen grado: “Soy un no-creyente profundamente religioso. De alguna manera, esta es una nueva clase de religión”… “Nunca he atribuido a la Naturaleza ningún propósito u objetivo, ni nada que pueda entenderse como antropomófico. Lo que yo he percibido en la Naturaleza es una estructura magnífica que solo podemos comprender muy imperfectamente, y eso debe llenar a cualquier ser pensante de un sentimiento de humildad. Este es un sentimiento genuinamente religioso que nada tiene que ver con el misticismo”… “La idea de un Dios personal es bastante extraña para mí, e incluso me parece infantil”… “Si hay algo en mí que pueda llamarse religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede revelarla”… “Creo en el Dios de Spinoza, quien se revela a sí mismo en la antigua armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se preocupa por los destinos y acciones de los seres humanos”… Y otras similares. El proceso secularizador de la modernidad ha puesto en entredicho imágenes infantiles e infantilizadoras de Dios, recogidas en la crítica fuerte a la religión de los apodados por Ricoeur “maestros de la sospecha” (Marx, Freud, Nietzsche). ¿Dice algo este giro einsteniano de la “religiosidad científica” sobre el cristianismo como religión?
Sí, y en este sentido aquella frase de algunos filósofos y también de teólogos que afirman que el cristianismo es “la religión de la salida de la religión”, como dice Gauchet, debía ser un poco esta constatación, y no por enemistad específica contra Dios, sino contra religiones que han constituido la imagen de Dios como algo muy alienante. Una religión no perjudicial sería una que salga de lo religioso más típico en este sentido.
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