Visión panorámica del siglo XVI

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Olegario González de Cardedal, La reforma católica, en Cuenta y razón 115 (2000)

El estudio de la Reforma Católica de manera primordial en España ha estado lastrado por una serie de hechos que brevemente expongo:

I) Se ha visto el fenómeno a la luz de la Reforma Protestante como un momento segundo, reactivo, explicado por él y condicionado por él. Esto es históricamente falso.
 La Reforma como hecho global de Europa es anterior, en cada área espiritual tiene sus determinaciones y en España tenía ya cuarenta y cinco años de puesta en marcha antes de que en 1517 estalle el fenómeno de Lutero. Por eso las terminologías pueden oscilar. Se puede hablar de Prerreforma, Reforma y Contrarreforma. 
Otros hablarán de Reforma General, de Reforma protestante, de Mística Católica. Incluso en alemán existen dos palabras: se habla de Reform en sentido general y de Reformation, que se refiere explícitamente al fenómeno desencadenado por Lutero. Hay que comenzar clarificando: la Reforma Católica es un hecho que surge en los últimos decenios del siglo XV, 1470, que tiene un enorme de despliegue, que tiene una lógica propia y que a partir de los años treinta, inexorablemente, va a estar condicionada por el hecho de Lutero y, a partir de 1559, 1560, se va a convertir de forma explícita en un fenómeno de reacción frente al luteranismo. 
Esto ha llevado consigo también que el siglo XVI nos haya sido transmitido, en primer lugar, a través del Barroco, que lo integra en su lógica, que era otra. Nos ha sido interpretado por la leyenda negra y hemos encontrado también una barrera objetiva, el uso interesado que después de la contienda civil se hizo del gran siglo XVI contraponiéndolo a otros siglos, en concreto al siglo XIX. Gracias a Dios, las investigaciones históricas desde distintos puntos de vista nos han permitido tener una comprensión objetiva.

Hay una gran cuestión que deberíamos aclarar previamente: las grandes conmociones de fondo de ese siglo XVI que dan unidad a esta etapa histórica. ¿Qué está detrás de ese siglo?: ¿los problemas de los conversos y la inquisición?, ¿un gran proyecto regio?, ¿la pasión por estar presentes en Europa?, ¿el problema del islam o África?, ¿es la apertura, despliegue, desangre en el Nuevo Mundo lo primordial?, ¿es una explosión mística lo que caracteriza a este siglo?, etc.
Podríamos periodizar el siglo XVI, en clave religiosa. Voy a distinguir cinco grandes momentos: 
1) Punto de arranque de un momento creador, que va de 1470-1475 hasta 1500-1505. A partir de 1478 acontecen una serie de hechos relevantes para la vida espiritual española: por ejemplo, el concilio nacional en Sevilla en 1478, en el que los Reyes Católicos y los obispos llegan a un acuerdo, bajo la presidencia del gran Cardenal de Toledo, de que la corona y el episcopado llevarían a cabo la Reforma de la Iglesia, rechazando otras influencias como la del Papa. El Papa en ese momento es un soberano político y, por tanto, lo que está en juego es algo muy distinto a lo que representa hoy esta figura. De 1493 a 1507, Fray Hernando de Talavera es el primer Arzobispo de Granada y, por su influencia como confesor real, se nombran obispos reformadores.

La fecha de 1492 es clave: la publicación de la gramática de Nebrija, la conquista de Granada y el descubrimiento de América. En 1495 el nombramiento de Jiménez de Cisneros como Arzobispo de Toledo. Se trata de un franciscano de la observancia que va, junto con la reforma de los dominicos, poniendo en marcha toda una reforma de órdenes tanto femeninas como masculinas. La Reina lo invitará a ser su confesor. Por eso es importante considerar a Fray Hernando de Talavera, Jiménez de Cisneros y la Reina como las referencias claves. En 1498 es nombrado reformador y visitador de las órdenes religiosas, y se da comienzo a las obras de la Universidad de Alcalá, y en 1499 es un año clave porque nacen tres grandes gigantes: el maestro Juan de Ávila, apóstol de Andalucía, San Pedro de Alcántara y San Juan de Dios.

Cerrando este primer punto, hay que decir que la Reforma Católica de España es el fruto maduro de decenios en los que estas personalidades señeras a las que me he referido se proponen una real Reforma en la cabeza y los miembros, que era la demanda y la gran esperanza del siglo XV. Este es el punto de arranque. 

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