Cristo de las Lañas o Cristo de las azucenas. Granada

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Foto de  www.Artehistoria.com

Leyenda

En El Barrio del Albaicín hay una plaza pequeña conocida como Placeta de las Azucenas que tenía una hornacina con un Cristo pintado. 

En el Albaicín vivía una joven que vivía con su tía, ambas bordadoras, la joven era muy bella y tenía muchos pretendientes, pero se enamoró del más guapo pero a la vez el más truhán que la deshonró.

La tía se encontró con el joven delante de la hornacina del Cristo que tenía puestas unas azucenas marchitas. A las instancias de la tía para que se casase con la joven deshonrada, el muchacho dijo que lo haría cuando las azucenas marchitas florecieran y en ese momento las azucenas florecieron y llenaron de un olor penetrante la plaza.

Desde entonces esa plaza se llama Placeta de las azucenas. Se hizo una imagen de madera pero ya en el siglo XVII se cambió por la cruz de piedra, que existe actualmente.

Está ubicada en el El Barrio del Albaicín, en San Miguel el Bajo, y el Cristo es conocido por el Cristo de las Lañas.

Según el periódico Ideal de Granada, en la Guerra civil los vecinos del barrio se llevaron  trozos de la cruz a sus casas para que no se perdiese el Cristo, porque los soldados republicanos, lo arrastraron y lo destruyeron quedando trozos por el suelo. Cuando terminó la guerra, se unieron estos trozos con grapas grandes de hierro, sustituidas hoy por unas de acero, ya que no se han querido quitar para que conservarse su esencia.