Creer y entender en la carta 120 de San Agustín"

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Fernando J. Joven Álvarez, "Creer y entender en la carta 120 de San Agustín" Comunicación presentada a las XVI Jornadas de Teología Fundamental Murcia.

Publicado en Scripta Fulgentina 22: 43-44
(2012) 197-211.

Ante las preguntas dirigidas a San Agustín por Contención desde una postura fideista, este le contesta con esta carta 120 donde escribe:

"Según estas palabras tuyas, máxime en este punto fundamental en que se apoya toda nuestra fe, deberías pensar en tu deber de seguir la autoridad de los santos sin pretenderde mí una razón para entender” (1,2)

1º Entiende para creer
Dios nos dio la razón, la racionalidad, lo que nos diferencia de los demás animales, para que la ejerzamos también en los temas de fe. San Agustín le parece de sentido común que si se tiene esa facultad se debe de usar para todo.

2º Cree para entender
El entender no desemboca en un creer cristiano. La razón debe reconocer que hay infinitas cosas que sobrepasan su alcance. Pasar de creer a creer, implica el don de la fe

 Cree para entender y entiende para creer. La dialéctica del creyente.
Para San Agustín el creyente se esfuerza por entender su fe. Dicha inteligibilidad proporciona credibilidad. Es creíble lo que creo.

San Agustín explicita este proceso dialéctico indicando dos elementos,  “la razón verdadera” (construcción teológica mediante la razón que está acorde con la fe. Dentro del uso creyente está bien usar la razón para entender lo que se cree, cuanto más mejor, hasta llegar al conocimiento definitivo, pero hay que hacerlo como Dios manda, sin separarse de la fe). y “la razón falsa”(El que se use
mal la razón y se hagan modelos falsos).

El sentido común cristiano da asentimiento a la razón verdadera y rechaza la razón falsa.

"Lo que permite la defensa de la fe es la propia inteligibilidad de la fe. La fe se hace creíble para el creyente en cuanto es inteligible y, a la vez, en cuanto creíble, se hace plausible para el no creyente, pues se muestra que no es contrario a la racionalidad humana el creer la fe cristiana. Sin inteligibilidad de la fe (fideísmo) no puede haber apologética, ni credibilidad racional (sólo hay aceptación), ni tampoco ninguna posibilidad de hacer plausible la fe al no creyente por medio de la apelación a su razón. El fideísmo imposibilita cualquier apologética, credendidad y plausibilidad.

Volvemos al principio: entiende (1) para creer (1): a) La racionalidad precede a la fe, b) la razón nos dice que es razonable creer y c) el esfuerzo racional por hacer inteligible y creíble la propia fe, tiene como consecuencia hacerla plausible al que no cree pues la racionalidad es común a todos los seres humanos.


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