Aterísmo y espiritualidad

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Ramos González, A. (2016), Ateísmo y espiritualidad, en Ἰlu. Revista de Ciencias de las Religiones 21, 165-183.

Resumen. El artículo presenta un acercamiento a la nueva espiritualidad. Dentro del mundo contemporáneo cada vez es más frecuente encontrar personas ateas y espirituales. ¿En qué coordenadas ideológicas es esto posible?, intentaremos abordarlo. En primer lugar se esboza un acercamiento en torno al concepto de religión y se presenta una perspectiva histórica de los avatares del término en el siglo XX. 

Entendemos que hay una dependencia directa entre la definición de religión y la posibilidad o no, de una religiosidad atea. 
Por otro lado, analizamos, como ejemplo del contexto del siglo XX, la previsión freudiana en torno al fin de las religiones y plantemos las posibles causas de su fracaso.

Palabras clave: Ateísmo; teísmo; espiritualidad; materialismo; Dios.
.
7. Conclusiones
Para ir concluyendo, creemos que a lo que asistimos es en muchos casos a una modi-
cación radical del concepto de Dios, menos Trascendente y más inmanente, menos 
Padre y más Naturaleza o Madre Tierra. A veces en movimientos religiosos del estilo Wiccano por ejemplo, aunque no hay una ortodoxia todavía, la naturaleza es la mani-festación sagrada de lo Trascendente y lo Trascendente mismo.Agustín Pániker habla de espiritualidad secular para referirse a esta percepción 
de lo sagrado en el mundo cotidiano, utopía ecosóca o goce topofílico
66
. Otros lo denominan agnosticismo místico
67
 (Salvador Pániker), secularidad sagrada
68
 (Rai-mon Panikkar), espiritualidad trans-religiosa
69
 (Vicente Merlo) etc. La cuestión es si  podemos denominar religiosas a este tipo de experiencias y la respuesta depende d
la denición del concepto de religión por la que optemos. Si denimos religión de forma abierta (yendo más allá del marco geográco-lingüístico del término) como 
experiencia de la profundidad de la realidad o de lo transcendente en los humanos, 
estas serían realmente experiencias religiosas. En cambio si optamos por la deni
-ción exclusivista de corte histórico, que entiende a la religión como creencia en un 
Dios Personal, expresada socialmente en una comunidad de eles o Iglesia institu
-cionalizada, entonces estas no son experiencias religiosas. Declara Agustín Pániker: 
Soy ateísta. Evidentemente, no lo soy porque 
 sepa
 que Dios no existe, sino porque no lo necesito. La hipótesis 
 Dios
 me resulta innecesaria y muchas veces ininteligible. La ciencia puede proveernos hoy de nuevos mitos y de metáforas plausibles. Provisio-
nales, desde luego, y contingentes, pero sucientemente válidas y enriquecedoras
70
.
De nuevo debemos hacer hincapié, en que estos posicionamientos, tienden a ser cada vez más comunes en la sociedad occidental. El concepto de Dios tradicional ha decaído en pos de un Dios (si cabe ponerlo con mayúsculas) más inmanente, más asequible, más visible y cercano, menos Padre, menos Persona y más Naturaleza.
Para mí, 
 Dios
 es una idea vaga y ambigua, pero no lo es la luminosidad de un día de primavera, el amargo sabor del chocolate, la consciencia de pertenecer a una realidad que todo lo interpenetra
71
.
A pesar de los planteamientos que aquí hemos expuesto al respecto de la espiri-tualidad sin Dios, hay que tener presente que se trata de un fenómeno parcial, que no 
65 
Comte-Sponville 2008, 153.
66 
Pániker 2011, 25.
67
Pániker 2014.
68
Panikkar 1999.
69 
Cervantes 2011, 261-284.
70
Pániker 2011, 26.
71
Pániker 2011, 28.


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7. Conclusiones
Para ir concluyendo, creemos que a lo que asistimos es en muchos casos a una modi-
cación radical del concepto de Dios, menos Trascendente y más inmanente, menos 
Padre y más Naturaleza o Madre Tierra. A veces en movimientos religiosos del estilo Wiccano por ejemplo, aunque no hay una ortodoxia todavía, la naturaleza es la mani-festación sagrada de lo Trascendente y lo Trascendente mismo.Agustín Pániker habla de espiritualidad secular para referirse a esta percepción 
de lo sagrado en el mundo cotidiano, utopía ecosóca o goce topofílico
66
. Otros lo denominan agnosticismo místico
67
 (Salvador Pániker), secularidad sagrada
68
 (Rai-mon Panikkar), espiritualidad trans-religiosa
69
 (Vicente Merlo) etc. La cuestión es si  podemos denominar religiosas a este tipo de experiencias y la respuesta depende d
la denición del concepto de religión por la que optemos. Si denimos religión de forma abierta (yendo más allá del marco geográco-lingüístico del término) como 
experiencia de la profundidad de la realidad o de lo transcendente en los humanos, 
estas serían realmente experiencias religiosas. En cambio si optamos por la deni
-ción exclusivista de corte histórico, que entiende a la religión como creencia en un 
Dios Personal, expresada socialmente en una comunidad de eles o Iglesia institu
-cionalizada, entonces estas no son experiencias religiosas. Declara Agustín Pániker: 
Soy ateísta. Evidentemente, no lo soy porque 
 sepa
 que Dios no existe, sino porque no lo necesito. La hipótesis 
 Dios
 me resulta innecesaria y muchas veces ininteligible. La ciencia puede proveernos hoy de nuevos mitos y de metáforas plausibles. Provisio-
nales, desde luego, y contingentes, pero sucientemente válidas y enriquecedoras
70
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De nuevo debemos hacer hincapié, en que estos posicionamientos, tienden a ser cada vez más comunes en la sociedad occidental. El concepto de Dios tradicional ha decaído en pos de un Dios (si cabe ponerlo con mayúsculas) más inmanente, más asequible, más visible y cercano, menos Padre, menos Persona y más Naturaleza.
Para mí, 
 Dios
 es una idea vaga y ambigua, pero no lo es la luminosidad de un día de primavera, el amargo sabor del chocolate, la consciencia de pertenecer a una realidad que todo lo interpenetra
71
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A pesar de los planteamientos que aquí hemos expuesto al respecto de la espiri-tualidad sin Dios, hay que tener presente que se trata de un fenómeno parcial, que no 
65 
Comte-Sponville 2008, 153.
66 
Pániker 2011, 25.
67
Pániker 2014.
68
Panikkar 1999.
69 
Cervantes 2011, 261-284.
70
Pániker 2011, 26.
71
Pániker 2011, 28.

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