Educación para la intimidad,
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Victor Orón, "Educación para la intimidad, la adecuada educación sexual", en Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida Año 12 — Enero-Junio 2020 — Número 23
Entresacando del texto los temas
mencionados y sin exponerlos en orden de importancia, quedarían lo siguientes para ser tratados en una educación para la intimidad:
La fragilidad, que permite el encuentro humano;
La violencia sobre el otro, que impide la humanidad;
El binomio fragilidad-fuerza en la relación familiar vivida en el pasado y en el presente
La contraposición búsqueda de control y dinámica de confianza
Educación de la mirada: ¿Cómo se ve al otro? ¿Cómo el otro es pensado y caracterizado? Las formas de ver, considerar y relacionarse con el otro
El enamoramiento
Las distintas formas de amar en función de las distintas formas de vivir el encuentro de intimidades
Libertad para la entrega
La capacidad de actuar con fuerza sobre el mundo y no sobre la otra persona
La experiencia familiar como un lugar para autoconocerse y para hacer ensayos de amor
La vida como finalidad en sí misma y no por la utilidad que se le puedasacar
El amor de amistad: sinceridad en la expresión, acogida respetuosadel otro, gratuidad de la relación, perseverancia en el sufrimiento yentrega conjunta a acciones que hagan bien a otros
El amor laboral y fuerza desplegada sobre el mundo como un mediopara el encuentro interpersonal
La identidad personal
La estabilidad emocional (autoestima)
•El bien común y la comunalidad del bien• La elección y la prudencia
El desprendimiento más allá de uno mismo por quien aún no está en este mundo
La muerte como gesto de entrega
La relación posesiva y controladora del otro
La relación dependiente que impide que uno sea libre e, incluso, la manipulación y el fanatismo
La soledad como recurso que ayuda a la identidad y los problemas de su ausencia
Relacionarse buscando asegurar relaciones o confiar en la relación
Todos estos temas deberían tratarse siempre en relación con la realidad vivida por la persona para que ciertamente ayude a acoger la vida real que a uno le toca vivir.
Al trabajar los tipos de amor en el contexto real vivido por la persona, irán surgiendo la realidad corporal, pues no podemos vivir sin nuestro cuerpo y al actuar lo hacemos con nuestro cuerpo.
Dos observaciones finales. Primera: aunque los distintos tipos de amor deben tratarse en la medida en que van surgiendo, sí que parece adecuado volver sobre todos ellos en la adolescencia por ser un momento donde se toma en consideración la globalidad de la vida y se trabaja la propia identidad como preámbulo para el encuentro de intimidad.
Segunda: en este trabajo solo se ha pretendido hacer un ensayo para poder enunciar los temas, pero, aunque en algún caso ha quedado insinuado, no se detalla bien su contenido ni cómo corresponde trabajarlo.
Victor Orón, "Educación para la intimidad, la adecuada educación sexual", en Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida Año 12 — Enero-Junio 2020 — Número 23
La educación de la sexualidad está adquiriendo un interés creciente. Aunque perspectivas muy variadas incluso opuestas quieren darlemuna visión global, y tal vez por ello mismo, existe una clara problematización de la educación sexual.
En este artículo en forma de ensayo se intenta responder a la pregunta sobre cuál es el verdadero ámbito para abordar la educación sexual y cuáles tendrían que ser los ejes temáticos de tal educación.
Como respuesta a la primera pregunta, se propone la educación para la intimidad, pues sólo en este nivel puede descubrirse la complejidad de la actividad humana que se requiere para poder hablar propiamente de educación.
La respuesta a la segunda pregunta plantea una fenomenología de los distintos tipos de amores (familiar, amistad, compañeros, noviazgo, consagración, conyugal, laboral y humanista) para ir descubriendo la temática de la educación para la intimidad.
Palabras clave: educación sexual, intimidad, amor, interioridad, educación para la intimidad.
mencionados y sin exponerlos en orden de importancia, quedarían lo siguientes para ser tratados en una educación para la intimidad:
La fragilidad, que permite el encuentro humano;
La violencia sobre el otro, que impide la humanidad;
El binomio fragilidad-fuerza en la relación familiar vivida en el pasado y en el presente
La contraposición búsqueda de control y dinámica de confianza
Educación de la mirada: ¿Cómo se ve al otro? ¿Cómo el otro es pensado y caracterizado? Las formas de ver, considerar y relacionarse con el otro
El enamoramiento
Las distintas formas de amar en función de las distintas formas de vivir el encuentro de intimidades
Libertad para la entrega
La capacidad de actuar con fuerza sobre el mundo y no sobre la otra persona
La experiencia familiar como un lugar para autoconocerse y para hacer ensayos de amor
La vida como finalidad en sí misma y no por la utilidad que se le puedasacar
El amor de amistad: sinceridad en la expresión, acogida respetuosadel otro, gratuidad de la relación, perseverancia en el sufrimiento yentrega conjunta a acciones que hagan bien a otros
El amor laboral y fuerza desplegada sobre el mundo como un mediopara el encuentro interpersonal
La identidad personal
La estabilidad emocional (autoestima)
•El bien común y la comunalidad del bien• La elección y la prudencia
El desprendimiento más allá de uno mismo por quien aún no está en este mundo
La muerte como gesto de entrega
La relación posesiva y controladora del otro
La relación dependiente que impide que uno sea libre e, incluso, la manipulación y el fanatismo
La soledad como recurso que ayuda a la identidad y los problemas de su ausencia
Relacionarse buscando asegurar relaciones o confiar en la relación
Todos estos temas deberían tratarse siempre en relación con la realidad vivida por la persona para que ciertamente ayude a acoger la vida real que a uno le toca vivir.
Al trabajar los tipos de amor en el contexto real vivido por la persona, irán surgiendo la realidad corporal, pues no podemos vivir sin nuestro cuerpo y al actuar lo hacemos con nuestro cuerpo.
Dos observaciones finales. Primera: aunque los distintos tipos de amor deben tratarse en la medida en que van surgiendo, sí que parece adecuado volver sobre todos ellos en la adolescencia por ser un momento donde se toma en consideración la globalidad de la vida y se trabaja la propia identidad como preámbulo para el encuentro de intimidad.
Segunda: en este trabajo solo se ha pretendido hacer un ensayo para poder enunciar los temas, pero, aunque en algún caso ha quedado insinuado, no se detalla bien su contenido ni cómo corresponde trabajarlo.
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