Catequesis del Santo Padre, publicada en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
| 18 marzo, 2020
Se une a los obispos italianos en el llamamiento a los fieles italianos a que recen el rosario mañana a las 9 de la noche.
La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, siendo la segunda que se realiza desde allí por streaming, debido a la epidemia del coronavirus.
El Papa se ha unido al llamamiento de los obispos italianos que han promovido un acto de oración por todo el país. Cada familia, cada fiel, cada comunidad religiosa están convocados a rezar el rosario a las 9 de la noche. “Le pedimos que proteja de forma especial a nuestra familia, a nuestras familias, en particular a los enfermos y a las personas que los atienden: los médicos, los enfermeros, las enfermeras, los voluntarios que arriesgan sus vidas en este servicio”, ha dicho Francisco.
El Pontífice anunció también que la iniciativa de 24 horas para el Señor, que tendrá lugar este fin de semana, y que debido a la crisis de la epidemia no podrá llevarse a cabo “en Roma, en Italia y en otros países”, continuará en todos aquellos sitios en los que se pueda. “Animo a los fieles a acercarse a la misericordia de Dios de forma sincera en la confesión y a rezar especialmente por aquellos que se encuentran probados por la pandemia”, dijo Francisco.
En la catequesis, el Papa ha proseguido el ciclo sobre las Bienaventuranzas explicando esta vez la quinta: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos hallarán misericordia” (Mt 5, 7). misericordia es el corazón mismo de Dios!”, exclamó el Santo Padre en la segunda catequesis sin público desde que el Vaticano tomara medidas de precaución por el coronavirus. “Hay dos cosas que no se pueden separar: el perdón dado y el perdón recibido”, dijo Francisco, sin embargo, “para muchas personas es difícil, no pueden perdonar”.
“Muchas veces el mal recibido es tan grande que ser capaz de perdonar parece como escalar una montaña muy alta: un esfuerzo enorme; y uno piensa: no se puede, esto no se puede”, manifestó el Papa. La reciprocidad de la misericordia “indica” que necesitamos “invertir la perspectiva”, dijo el Pontífice.
“Solos no podemos, hace falta la gracia de Dios, tenemos que pedirla”, nos dice Su Santidad, quién recordó que todos “somos deudores”, con Dios y con el prójimo. “Toda persona sabe que no es el padre o la madre que debería ser, el esposo o la esposa, el hermano o la hermana que debería ser”, aseguró el Sucesor de Pedro.
Para el Papa, es precisamente “esta pobreza nuestra” la que se convierte “en la fuerza para perdonar”. “Cada uno debe recordar que necesita perdonar, que necesita perdón y que necesita paciencia; este es el secreto de la misericordia: perdonando se es perdonado”, continuó el Pontífice.
Según Francisco, la misericordia no es una “dimensión” más de la vida cristiana, “sino el centro”, y sentenció: “no hay cristianismo sin misericordia”. “Si todo nuestro cristianismo no nos lleva a la misericordia, nos hemos equivocado de camino, porque la misericordia es la única meta verdadera de todo camino espiritual”, aseguró el Vicario de Cristo.
Bergoglio recordó que el tema de la misericordia fue el elegido en el primer ángelus que “tuve que decir como Papa” y confiesa que se le quedó “grabado”, como un mensaje que “como Papa debía dar siempre”. “Recuerdo que ese día también tuve la actitud algo “desvergonzada” de hacer publicidad a un libro sobre la misericordia, recién publicado por el cardenal Kasper. Y ese día sentí con tanta fuerza que ese es el mensaje que debo dar, como obispo de Roma: misericordia, misericordia, por favor, perdón”, dijo el Papa.
Catequesis del Santo Padre, publicada en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
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