Hora Nona Libro: La música del silencio


Revista Criterrio
Fray Angélico
Nona,
es la hora entre la media tarde y el ocaso, cuando el día comienza a declinar y las sombras se van haciendo más largas … en Nona enfrentamos la realidad de que en la vida humana las cosas no duran para siempre. … 

En esa hora de la mitad de la tarde, cuando las sombras se alargan, nos acordamos de la muerte. … 
Cuando sentimos que todavía no hemos vivido, más tememos a la muerte. … 

Ese temor se vuelve más real, cuando no vivimos el ahora. Si no encontramos la manera de vivir el ahora, la muerte nos asusta porque nunca estuvimos realmente presentes en nuestra vida. Nos la perdimos y, ahora, de pronto se termina. … 

Cuanto más plenamente vivamos, más fácil será soltar la vida. … Acordarse de la muerte no significa preocuparse por la muerte. Significa que te preocupas por la vida, porque sabes que tu oportunidad es ahora. …

El ángel de esta hora viste de color púrpura apagado y tiene alas oscuras para reflejar la dulce melancolía de este momento; parece estar amortiguando el sonido del tamboril luego de haberlo hecho sonar intensamente. 

El ángel tiene, una vez más, un aire introspectivo que nos recuerda que Nona es la hora de volvernos nuevamente hacia dentro. … al mismo tiempo que acalla el tamboril, que acalla el sonido de la música de danza, este ángel de Nona está escuchando con atención la música que nunca cesa, la música interior, la música del silencio.

La virtud de Nona es el perdón. “En las últimas horas de la tarde, Dios lleva todo de regreso a casa”. Es la hora en la que se nos perdonan los defectos y se nos alienta a perdonarnos y a perdonar a los otros.

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