Asunción de María
Son necesarias aquellas solemnidades marianas que nos invitan, a través de María, a la reflexión sobre las grandes verdades de nuestra fe.
Una de ellas es la Asunción de María, una fiesta que comenzó a celebrarse en Jerusalén al final del s. V.
En ella encontramos un núcleo que fue asumido por la fe del Pueblo de Dios a lo largo de los siglos: María participa ya hoy plenamente de la gloria de su Hijo. Mientras quienes mueren en la fe pueden gozar, una vez purificados, de la visión de Dios, aguardando la resurrección de sus cuerpos en el Último Día, la Virgen María está ya hoy en el Cielo en cuerpo y alma.
Revista Criterio
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