La mujer en la Iglesia,



María Blanco,  La mujer en la Iglesia, en  Ius Canonicum 2020


El artículo incluye un breve recorrido por la historia de la mujer en la Iglesia partiendo de la idea de que Jesucristo fue «el auténtico generador y promotor de su dignidad». Analiza el ejemplo de la abadesa de Las Huelgas, que desde 1187 hasta 1874 ejerció jurisdicción civil y eclesiástica. Una figura con unas competencias hoy día, absolutamente impensables.


Sugiere situar en su contexto el debate sobre la mujer en la Iglesia, respaldar institucionalmente el trabajo de las mujeres evitando que la presencia femenina en tareas organizativas y oficiales de la Iglesia aparezca únicamente como fruto de circunstancias coyunturales y, finalmente, destaca que la genuina posición que le corresponde a las mujeres no viene dada por la «participación en los oficios eclesiásticos, sino por el respeto por el don recibido». No obstante, analiza los supuestos concretos de la participación de los laicos en oficios de la Iglesia.


Conclusión: Es imprescindible la específica aportación de la mujer para alcanzar, como dijo Juan Pablo II, «una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, una concepción de la vida siempre abierta al sentido del misterio y la edificación de estructuras económicas, culturales y políticas más ricas en humanidad».

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