Revelación y experiencia humana.


Francisco Conesa, Revelación en el Concilio Vaticano II 2015, en J. R. VILLAR, Diccionario teológico del Concilio Vaticano II, pp. 892-917.

 (Copiado literalmente)

Revelación y experiencia humana.

 A pesar de su orientación personalista, “Dei Verbum” trató poco el tema de la relación de la revelación con la experiencia humana. El uso de este concepto por parte de la teología liberal (Schleiermacher) y el modernismo (sobre todo A. Sabatier) suscitó los recelos de los teólogos católicos. Sin embargo, una concepción más amplia y comprensiva de la experiencia ha permitido desarrollar la relación entre experiencia y revelación.

En su origen la revelación es experiencia vivida por el pueblo de Dios, a través de los diversos mediadores (Moisés, los profetas, los sabios), y tiene su culmen en Jesucristo. La experiencia original y fundadora de Jesús es vivida por los discípulos y por la Iglesia apostólica con la ayuda del Espíritu Santo. El creyente acoge por la fe esta revelación y, con la ayuda de la gracia, “experimenta” (DV 8) los misterios que vive.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clasificación de valores en Ortega y Gasset

diferencia entre Sinodo y Concilio

Diferencias y semejanzas entre el Bautismo de Juan Bautista y Jesús