Eclesiastés - Diccionario de Jerusalen
Eclesiastés - Diccionario de Jerusalen
(I) NOMBRE. El Ecl (Ecclesiastes en LXX y en Vg) se llama, en el texto hebr., qóhelet. El hebr. qóhelet es part. fem. kal de qáhal (reunirse, dirigir la palabra; el fem. se usa para profesión, oficio) y designa a aquel que dirige la palabra por oficio en la reunión del pueblo.
(II) CONTENIDO. Prescindiendo del título (Eclesiastés 1:1) «Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén». Y del epílogo (Eclesiastés 12:9-14) consta el Ecl de siete series de sentencias acerca de la vanidad de todo lo terreno, como está indicado al principio y al fin: «Vanidad de vanidades, y todo es vanidad» (Eclesiastés 1:2) «Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad». (Eclesiastés 12:8) «Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad».
(III) LENGUA. El Ecl no está compuesto en arameo (Margoliouth, A. Allgeier, F. Zimmermann y recientemente C. C. Torrey [JQR 39, 1948-49, 151-160] y H. L. Ginsberg (bibl.), sino en hebreo, el léxico, lengua y estilo muestran cierto parentesco con los últimos libros del AT (Par, Esdr, Neh, Est, Eclo).
(IV) ORIGEN. El autor es desconocido; de todos modos fue un judío de Palestina (quizá del norte). Pone sus consideraciones en boca de un personaje, al que llama Qohélet, del cual habla en tercera persona (Eclesiastés 1:2), (Eclesiastés 7:27) «He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón». (Eclesiastés 12:8-10), y lo distingue claramente de sí mismo (Eclesiastés 12:9-14).
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