El Noé sumérico Ziusudra
El Diluvio Mesopotámico, es un episodio del poema épico de Epopeya de Gilgamesh.1 Cuenta la leyenda que hubo una época en que los dioses vivían junto a los humanos en la ciudad de Shuruppak. Estos decidieron un día acabar con la raza humana con una inmensa inundación. Pero Ea (Enki - Enkil), tuvo piedad, y a través de las paredes de la choza de Utnapishtim, le dio la orden de destruir su casa, construir un barco y subir a este a todas las especies vivientes conocidas.1 La tierra fue asolada por una tempestad que duró seis días y seis noches hasta que el séptimo todo se calmó. Utnapishtim se asomó desde su barco y vio como toda la humanidad se había convertido en arcilla y como en el paisaje, solo emergía el pico del monte Nisir, lugar donde estaba posada el arca.
Imagen tomada de
https://sobrehistoria.com/el-arca-de-noe-y-el-mito-sumerio-de-utnapishtim/
Después de una semana, Utnapishtim soltó una paloma que volvió. Después soltó una golondrina que también volvería. Por último soltó un cuervo que no volvió, indicando a Utnapishtim de que las aguas había bajado, ya que el pájaro había encontrado un lugar donde posarse.1 Sólo entonces salió del arca, hizo un libación y quemó como ofrendas cañas y maderas de cedro y mirto. Al fracasar el plan del diluvio ideado por Enlil, este se enfureció y se quejó a Ea (Enki - Enkil). Pero Ea (Enki - Enkil) defendió su causa y la de los hombres de tal forma que Enlil se emocionó y bendijo a Utnapishtim y su mujer, los cuales -según palabras de Enlil- desde ese momento serían semejantes a los dioses.
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