EL PAPA FRANCISCO. FLUCTUACIONES EN LA RELIGIOSIDAD Y VALORACIONES DE SU FIGURA



EL PAPA FRANCISCO. FLUCTUACIONES EN LA

RELIGIOSIDAD Y VALORACIONES DE SU FIGURA


FORTUNATO HORACIO MALLIMACI


MARIANO ROLANDO GIALDINO


MATÍAS JAVIER APARICIO


en SOCIEDAD Y RELIGIÓN Nº55, VOL XXX (2020)


El nombramiento de Jorge Bergoglio como Francisco es un hito inédito que irrumpió en la religiosidad y la agenda pública argentina: este artículo analiza y describe el impacto en la religiosidad del país a partir de datos cuantitativos, y

las valoraciones que circulan alrededor de la figura del papa argentino.. 

Con este fin se utilizaron los datos de la Segunda Encuesta Nacional de Creencias y Actitudes Religiosas en la Argentina. Los datos fueron desagregados para su análisis en tres secciones, una primera referida al catolicismo, una segunda para

los evangélicos, y la tercera centrada en el grupo de los sin religión, todo lo cual se cruza posteriormente con los datos totales para el país. Las variaciones que los habitantes argentinos registran en términos de religiosidad, y los valores que movilizan son interpretados a partir de cruces con indicadores sociodemográficos.


CONCLUSIONES

Si consideramos las cifras en general podría pensarse que el advenimiento del “papa argentino” no trajo un cambio considerable en la religiosidad de los argentinos,

aunque al mismo tiempo no puede pasarse por alto la íntima relación que, para todas las adscripciones religiosas, se establece entre su figura y el personaje político-religioso que excede ampliamente la función de líder espiritual de los católicos.


Ahora bien, en lo que refiere a abordaje de las preguntas que invitaban a valorizar la figura del papa y a vincularla con el desarrollo de la espiritualidad, más allá del análisis pormenorizado dentro de cada conjunto, las diferencias entre

los mismos, por si mismas son datos relevantes. 


El conjunto de los católicos es el que menos se aleja de los valores totales de la población argentina; los evangélicos por su parte, como ya pudimos ver, presentan un porcentaje superior

en lo que respecta a la indiferencia que se tiene ante el papa, a pesar de no dar lugar a diferencias sustantivas en relación a los católicos.

 Los sin religión que escogieron la opción por la indiferencia mantienen un nivel prácticamente equivalente al de los evangélicos, pero son el grupo que menos aumentó sus

creencias a partir del nombramiento de Francisco, además de ser el sector que mayor indiferencia concentra en torno a la figura papal. 

Si bien resultaba conflictivo preguntar a una persona sin filiación religiosa si su religiosidad aumentó o disminuyó en relación con el nuevo papa argentino, lo que sí parecería quedar en claro es cómo con la expresión de indiferencia se puede estar frente

a fenómenos sociales completamente distintos, y que en este caso estarían mostrando un debilitamiento en la percepción que los católicos poseen frente a la estructura jerárquica de su iglesia, al mismo tiempo que un reforzamiento del vínculo de los evangélicos con sus prácticas religiosas, y de los sin religión respecto de sus creencias. 

Si bien en los tres grupos la indiferencia frente a Francisco

resulta notable, más llamativa aún es la desambiguación que ofrece el término de indiferencia visto a la luz de cada una de estas creencias, para ilustrar el debilitamiento de algunas religiones y/o prácticas, y el afianzamiento de otras.

Quizás esto pueda confirmarnos la idea que señala que Francisco “… fue elegido -conociendo su larga trayectoria- para cambiar formas y no contenidos (…) es un hábil político que busca más adhesiones que rechazos” (Mallimaci 2013:

242, 240).


 Los índices de indiferencia en lugar de mostrar la inocuidad del

papa “proveniente del fin del mundo”, podrían por el contrario mostrar cierta “naturalización” del nuevo líder del catolicismo.

Vivimos un momento no falto de reclamos sobre los tipos de autoridad, de subalternización de las mujeres, de abusos de poder dentro del Vaticano, en el centro mismo del mundo católico. Desafíos en una comunidad internacional

cada vez más inserta en un capitalismo desregulado que hace oídos sordos a los malestares y sufrimientos de millones de víctimas.

 En ese contexto el papa Francisco continúa interviniendo y retomando la histórica crítica a ese capitalismo liberal y salvaje que mata, en una comunidad mucho más amplia que la

de su “rebaño” y que, tal como se mostró, resulta ser activa y diversa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clasificación de valores en Ortega y Gasset

¿Qué es hierognosis?

diferencia entre Sinodo y Concilio