Los filósofos fueron los principales educadores de las emociones
Siguiendo a Rivero:
Podemos citar a Sócrates y su preocupación por el amor que tan sabiamente plasmó Platón (citado por Francisco, 1979) en El banquete, ya que afirmó que cuando el amor se dedica al bien y se adapta a la templanza y a la justicia, nos procura una felicidad perfecta. Aristóteles (2003) con su Ética a Nicómaco, examinó el vínculo del carácter y la inteligencia con la felicidad, además ser considerada una de las principales obras en la que se basa la ética occidental. Epicuro desarrolló una filosofía para la vida feliz, que sólo en parte llega a nosotros, gracias a Diógenes Laercio. Séneca con su libro, De la felicidad, propuso seguir las reglas de la natura- leza para ser virtuosos. El mismo Descartes (1989) considerado padre de la Modernidad, en su Tratado de las pasiones, su última obra escrita, profundizó, e inclusive rectificó, algunas de las tesis sostenidas con anterioridad. Posteriormente, C.S. Lewis (2016) afirmó en La abolición del hombre que, sin la ayuda del entrenamiento de las emociones, el intelecto carece de poder frente al organismo animal
RIVERO, MARÍA ELENA HUERTA, “Educación emocional en clave de integración. Una aportación a la innovación educativa”, Revista panamericana de pedagogía. saberes y quehaceres del pedagogo, 27 (2019). 21
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