"Nuestra procedencia socrática y cartesiana nos inclina a pensar que bastan el saber y la claridad para ser justos y buenos.
"Nuestra procedencia socrática y cartesiana nos inclina a pensar que bastan el saber y la claridad para ser justos y buenos. La razón dice lo que es el bien, pero por sí sola no da fuerzas para realizarlo. Esa razón autónoma ahora hace un siglo desencadenó la Primera Guerra Mundial, y luego la segunda, que devastó poblaciones y territorios, con un número aproximado de ciento cincuenta millones de víctimas entre 1914 y el final de la guerra de los Balcanes. Esas contiendas fueron fruto de la voluntad de poder, de la pasión nacionalista, de la humillación en una línea y del resentimiento en otra".
Olegario González de Cardedal,
(ABC, 06/02/2014)
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