Dhuoda de Septimanía teologa y educadora siglo IX

 Dhuoda fue una mujer perteneciente a la alta aristocracia del imperio carolingio. Se casó el 29 de junio del 824 con el noble Bernardo de Septimanía y tuvo dos hijos: Guillermo en el 826 y Bernardo en el 841. Acusado de traición por Carlos el Calvo, el marido de Dhuoda fue ajusticiado en Tolosa en el 844. Seis años después tuvo el mismo final Guillermo. En cambio se salvó el segundo hijo de Dhuoda, Bernardo, que se convirtió en padre de Bernardo Plantvelue y en abuelo de Guillermo el Piadoso, fundador de la abadía de Cluny y por tanto precursor de la reforma gregoriana.

Cuando Dhuoda se encontraba lejos de sus hijos, quiso dirigir al mayor, Guillermo, un manual de consejos que fue terminado el 2 de febrero del 843. Se titula así: Liber manualia Dhuodane quem ad filium suum transmisit Wilhelmum.

Este género literario había comenzado en la época carolingia con una obra de Alcuino dirigida al conde Guido de Bretaña. Le siguieron otras. 

Dhuoda siguió, por tanto, una tradición bien conocida y consolidada. La originalidad consiste en el hecho de que el autor es una mujer, la madre misma del personaje tomado en consideración.

El contenido del Manual, considerado sólo esquemáticamente, es muy significativo. Dhuoda comienza hablando de la búsqueda de Dios (c. I), luego pasa a tratar del Dios cristiano, es decir, de la Trinidad (c. II). Siguen los consejos al hijo sobre sus deberes con los representantes de Dios en la tierra, en primer lugar su padre, luego los dignatarios y finalmente los sacerdotes (c. III). A continuación están los consejos sobre la vida cotidiana (c. IV), las tribulaciones (c. V), el problema de la perfección cristiana (c. VI), la muerte (c. VII). Se dedica un capítulo muy detallado a la oración (c. VIII) y otro más breve al significado de los números (c. IX). Concluye con algunas consideraciones autobiográficas de Dhuoda (c. X) y termina volviendo a hablar de la oración, esta vez tratando de los salmos (c. XI).

Es evidente en todo el tratado que Dhuoda quiere esbozar lo que ha sido definido "el libro del perfecto aristócrata", es decir, el libro del perfecto caballero, del miembro de aquella "caballería" que justamente en los siglos VIII-IX iba constituyéndose como gremio de profesionales de las armas y de la vida de la corte, antes aún de constituirse en formas estables en los siglos sucesivos, dándose simultáneamente una verdadera cultura, la "caballeresca", y también una consagración litúrgica.

Dhuoda exhorta con frecuencia a su hijo a ejercitar no sólo las virtudes naturales y las virtudes específicamente cristianas, sino también a vivir las bienaventuranzas y los dones del Espíritu Santo para que Guillermo pueda "renacer cada día en Cristo" (VII,1) y para que pueda "crecer siempre en Cristo" (XI,2). También le instruye muy inteligentemente sobre la vida de oración. Con frecuencia se tiene incluso la impresión de que Dhuoda considera a su hijo como un Cristo en miniatura, que debe identificarse al máximo posible con el Cristo verdadero.

En cualquier caso, lo que resulta evidente de la carta y del espíritu de este Manual, más único que raro, es el esfuerzo por esbozar la figura del caballero "sin tacha y sin miedo", virtuoso y devoto, modelado sobre Cristo entendido como ejemplo e impulsor de caballería y de oración

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