¿Se permitía la entrada en los eremitorios franciscanos?
No se permite la entrada de nadie en el claustro para asegurar la vida contemplativa, siendo las madres y los hijos, ambos, los responsables y también del silencio para orar. Con el cambio de servicios por turnos se favorecía la minoridad, viviendo como hermanos menores, la humildad y el desapego a un determinado oficio.
Optato Van Asseldonk, La regla para los ermitorios de San Francisco de Asis, en vol. XXIV, núm. 72 (1995) 375-386] en línea www.franciscanos.org.
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