Los estigmas. San Francisco


Pedro Sembrador, San Francisco de Asís. Breve vida, La verdad católica, 411(1948) 

 Los estigmas. 

En el verano de 1224, dejó Francisco el Valle de Rieti y se recogió en una cueva del Monte Alvernia en medio de rocas rodeadas de espesos bosques. 

Cierto día meditando como acostumbraba sobre la pasión del Salvador vio que bajaba del cielo y volaba sobre aquellas rocas, un ángel resplandeciente con 6 alas extendidas; 2 se levantaban sobre la cabeza del crucifijo que aparecía entre ellas,otras 2 se extendían como para volar, y las 2 restantes cubrían todo el cuerpo del crucificado. Oyó entonces una voz que le decía que el fuego del amor divino le transformaría en la imagen de Jesús crucificado. Al mismo tiempo sintió agudísimos dolores en sus miembros; unos clavos negros atravesaban sus manos y pies y de una llaga abierta en su costado derecho empezó a manar abundante sangre. Dios mismo se había dignado dar testimonio de la santidad de Francisco grabando en su carne las llagas del Redentor.

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