Secularización de los grandes ideales

Fin de la metafísica, fin de los ideales revolucionarios, fin de un cristianismo moderno, fin de una moral kantiana, fin de la religión. En una palabra, secularización de los grandes ideales, promesas y esperanzas que la suma del cristianismo, pensamiento griego y razón moderna habían forjado. Y todo ello no por despecho o desilusión sino como forma de atenimiento más humilde a una realidad no violenta, ni impositiva, ni sacrificadora del hombre. Humanidad sin angustia, cristianismo sin agonía, religión sin culpa, mundo sin amenaza de muerte, pensamiento sin tiranía. Pensamiento, pero débil; modernidad pero trascendida hacia una reconciliación con los fragmentos de la realidad, sin exigir la reunificación de todos, porque insensiblemente se convertirían en totalidades exigentes y en totalitarismos esclavizadores.
González de Cardedal, "El «pensamiento débil» ante el cristianismo" Revista de libros 1997.


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