San Francisco curando a un leproso

San Francisco curando a los leprosos

QUEROL Y SUBIRATS, AGUSTÍN

Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado
San Francisco curando a los leprosos

1890 - 1891. Mármol, 218 x 345 cm
No expuesto


Espectacular relieve de San Francisco curando a los leprosos, de 5000 Kg. de peso en mármol. El proyecto inicial fue el primero de los yesos que el artista envió durante su segunda estancia como pensionado de mérito en Roma en 1890. La entrega se retrasó, solicitando en el último momento varias prórrogas por haber sufrido por causas involuntarias, varias roturas que inutilizan la obra para todo juicio que de su mérito pueda formarse, por lo que el 27 de mayo de 1891 el Marqués de Pidal autorizó al Director de la Academia en Roma a que se le concediera un margen máximo de tres meses para su entrega. Fue adquirido por R.O. de 7 de diciembre de 1892 en la cantidad de 30.000 pts, con el compromiso de su ejecución en mármol, pasando al Museo del Prado el 29 de Agosto de 1895.

El relieve en escayola participó en Múnich en la Exposición Internacional de Bellas Artes de 1895, y en 1898 en Viena. El relieve en mármol lo presentó en Madrid, en la Exposición General de Bellas Artes de 1895. Estaba previsto que participara con el ejemplar en escayola en la Exposición Universal de 1900 en París, aunque quizá debido a la dificultad de su traslado no llegó a presentarse, figurando únicamente en el catálogo español, pero no en los catálogos franceses.

 Por esta obra fue nombrado profesor y académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes de Carrara.

Querol mostró con maestría la gradación de niveles de profundidad en la talla, desde el bajorrelieve hasta casi el bulto redondo en el personaje principal. Estructuró la composición esencialmente en tres grupos, con un estudio del cuerpo humano y de los plegados de una calidad sobresaliente.

Dos versiones en escayola de sendos fragmentos de esta obra se conservan en el MNAC en Barcelona (no inv. 114783-0000 y 114784-0000), depósitos de los señores Calvó y del Rio. Una fotografía de la obra, dedicada por el escultor a sus padres, se conserva en el Archivo Municipal de Tortosa. Otra, dedicada a su mentor Antonio Cánovas del Castillo, en la Biblioteca del Museo Lázaro Galdiano.