Lázaro y el rico Epulón

Lázaro y el rico Epulón

Bassano, Leandro

Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado




Bassano, Leandro

Bassano del Grappa, Véneto, 1557 - Venecia, 1622

Hijo de Jacopo y hermano de Francesco. Trabajó gran parte de su vida junto a sus hermanos repitiendo las exitosas composiciones creadas por su padre, aunque en su producción se deno­ta una pintura más seca y desa­brida que la colorística técnica familiar, que sustituyó por un trazo de pincelada más ...

Lázaro y el rico Epulón
Hacia 1570. Óleo sobre lienzo, 150 x 202 cm 
No expuesto


La parábola de Lázaro (Lucas, 16: 19-31) ha sido objeto de múltiples interpretaciones: apología de las obras de misericordia, contraposición entre salvación y perdición, entre gentiles (Lázaro) y judíos (Epulón), e incluso se ha querido ver en los perros que lamen las llagas una alusión a los predicadores dominicos que curan con milagros. Aikema ha aducido ejemplos más próximos extraídos de sermones y textos de la época donde la parábola de Lázaro era invocada para alentar la fundación de hospicios para pobres o para oponer a la riqueza aparente de los poderosos la verdadera riqueza espiritual de los siervos de Dios. En realidad, Bassano visualizó únicamente los tres versículos iniciales de la parábola, no muy ricos en elementos descriptivos, que se limitan a comentar los banquetes diarios del rico, ataviado con púrpura y lino, frente al desamparo del pobre Lázaro, echado en el portal y cubierto de úlceras lamidas por perros.

Jacopo abordó este asunto en dos momentos de su carrera. La primera aproximación, fechada a mediados de la década de 1550 (The Cleveland Museum of Art, inv. 39.68), se limita a los elementos y personajes imprescindibles para hacer reconocible la escena: Lázaro y los perros de un lado, y Epulón, un músico y una meretriz del otro. La única figura extraña al texto bíblico, aunque ciertamente fascinante, es el niño que separa ambos grupos. La segunda, veinte años posterior, refleja un modo muy distinto de concebir el tema. Como en las restantes cocinas, el asunto principal ha cedido protagonismo visual a un abigarrado conjunto de personajes y situaciones de difícil justificación en el relato evangélico. Esta segunda versión conoció gran éxito a tenor del número de versiones conservadas y/o documentadas. Ridolfi citó tres en Venecia: la de Iacopo Pighetti y dos de los Contarini, y a ellas añadió Boschini una cuarta en la colección Bonfadini. Hay testimonio gráfico de dos versiones más, las grabadas hacia 1593 por Jan Sadeler, y en el siglo XVIII por Jackson de la que poseía el cónsul Smith en Venecia. Ballarin advierte de la inexistencia de un original firmado por Jacopo, pero cree enteramente autógrafa una pintura en colección particular inglesa (117,5 x 564,5 cm) subastada por Christie´s Londres el 17 de diciembre de 1999. Existe una réplica de la bottegaen Praga (Galería Nacional inv. n. 02952), que Arslan atribuyó a Jacopo y Francesco, y otra atribuida a Leandro en Viena(Kunsthistorisches Museum, inv. 1.547).

Respecto al original citado por Ballarin, muy próximo a la versión grabada por Sadeler, el ejemplar del Pardo posee menor calidad, tratándose de un producto típico de la bottega, donde figuras y motivos han sido ensamblados con correcto pero notable automatismo. Se perciben también ciertos cambios en la composición. En el original y la versión grabada, el centro lo ocupa un grupo integrado por una joven con un almirez, una mujer sentada ante una mesa con un turbante, y un niño arrodillado ante ella. En la pintura del Prado, el niño ha sido sustituido por un gato, ha desaparecido la mujer con turbante (reemplazada por una joven), y aparecen un paje de espaldas y en primer plano dirigiéndose con una bandeja a la mesa de Epulón, y un sirviente desollando un conejo. Hay también una pequeña diferencia iconográfica, pues la versión grabada incluye en la lejanía al rico envuelto en llamas suplicando el perdón de Abraham y Lázaro, motivo que no aparece ni el original atribuido por Ballarin ni en la versión del Prado (Texto extractado de Falomir, M.: Los Bassano en la España del Siglo de Oro, Museo Nacional del Prado, 2001, pp. 74-75)

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