Capilla de la virgen de Guadalupe en las Descalzas Reales de Madrid
Begoña Alvarez Seijo
"Una obra de mujeres para mujeres: la capilla de la Virgen de Guadalupe
La palabra capilla nos evoca a una estancia, que puede ser pequeña o grande, pero cuando uno sube la escalera principal de las Descalzas Reales y se dirige al ala Este del claustro superior, buscando la capilla de la Guadalupe, lo que se levanta ante los ojos del espectador, al descubrirse la celosía, es un pequeño camarín, un retablo dedicado a la Virgen literalmente instalado en uno de los muros del claustro. Sin embargo, la sensación que se experimenta es la de estar ante una auténtica maravilla del detalle y el ornato propia del Barroco español, de la majestuosidad del siglo XVII: setenta y tres espejos pintados, junto con la imagen de la Virgen, un altar de bronce con la Inmaculada Concepción y una bella arquitectura ornamental,
que componen el escenario creado en 1653 por una monja real y un artista total”.
Comentarios
Publicar un comentario