El concepto teológico de “estilo” como clave de lectura de Laudato si’ y Gaudete et exsultate: una manera de encontrar a Dios en la acción transformadora del mundo.

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Jiménez, S. J., L. (2020). El concepto teológico de “estilo” como clave de lectura de Laudato si’ y Gaudete et exsultate: una manera de encontrar a Dios en la acción transformadora del mundo. Theologica Xaveriana70. https://doi.org/10.11144/javeriana.tx70.ctecl.  Vol. 70 (2020).


Este artículo comienza presentando la noción teológica de “estilo”, desarrollada por Christoph Theobald, como modo de proceder inspirado en el Evangelio. Luego esboza tres niveles semánticos del concepto “estilo” que posibilitan relacionar de manera novedosa la fe cristiana y la acción humana, la espiritualidad y la transformación del mundo. Por medio de esta categoría se interpreta la propuesta del papa Francisco de cambio de estilo de vida en la Laudato si’ y en la Gaudete et exsultate. Dicha propuesta se inspira en el estilo de Jesús: la encarnación como manera de Dios de salir libremente de sí para habitar en el mundo.


En este artículo utilizamos la categoría teológica de “estilo” como una clave de interpretación de la Laudato si’ y de la Gaudete et exsultate.

El estilo es el modo de vivir, habitar y actuar en el mundo. Para una mayor clarificación del significado de la expresión “estilo cristiano” desarrollamos tres niveles semánticos que se encuentran en esta expresión: 
(1) el fundamental es Cristo y suBuena Noticia; 
(2) las actitudes, opciones y valores que brotan de un
encuentro con
el Nazareno; y
 (3) el fenoménico, que consiste en las acciones y relaciones concretas que recrean la persona y el mundo.


Así comprendido, el concepto de estilo permite pensar de manera novedosa la relación entre la fe cristiana y la acción humana, entre la identidad cristiana y el mundo plural que vivimos, entre lo sagrado y lo secular, entre la espiritualidad y la transformación del mundo. 

Esta relación se realiza por medio de una articulación
producida en el segundo nivel semántico: las actitudes, opciones y valores evangélicos.

El papa Francisco propone un cambio radical de estilo de vida que se aleja de dos extremos: del fuga mundi –que enajena de la presencia de Dios en la realidad– y de la identificación mundanal que vacía la novedad del Evangelio y la autonomíadel mundo. 

Junto a su propuesta de estilo aparece una espiritualidad, en el sentido de conjunto de actitudes espirituales básicas, que también se aleja de dos extremos: del intimismo subjetivista e individualista del gnosticismo actual y del neopelagianismo,
volcado hacia los logros exteriores del que solo vive confiado en sus fuerzas.


La espiritualidad propuesta se vive en el corazón del mundo. Se trata de una santidad en lo cotidiano que busca transformar el entorno por medio del discernimiento
de la voluntad de Dios sobre cada uno, y obra bajo “el impulso de la gracia divina”.


Cada uno tiene un lugar específico, una manera particular de habitar el mundo. No obstante, el estilo cristiano tiene una nota esencial común: Cristo como modelo hospitalario que se entrega para la salvación de todos. 

Otro elemento común es compuesto por las actitudes y opciones propuestas: 
(1) la salida de sí para el encuentro con el otro, con la creación y con Dios; y
 (2) ser agente contracorriente de transformación sociocultural que pasa por la transformación de la persona y de su modo de vivir y actuar en el corazón de la realidad.

Por eso se propone una espiritualidad marcada por el encuentro con Dios en el encuentro con el hermano y en la acción transformadora del mundo. 

Se trata de una espiritualidad encarnada que mantiene en relación el espíritu y la transformación sociocultural según el principio de Calcedonia: sin confusión (identificación que vacíala novedad del Evangelio) y sin separación (el fuga mundi que enajena a la persona).

Cuando se compara la descripción que el Obispo de Roma hace de dos estilos de vida, el desviado y su propuesta fundamentada en el Evangelio, se nota un conflicto
y una relación de contradicción entre ambos.

 Esto no debe causar una sorpresa pues, en palabras del Evangelio de Mateo, “nadie puede estar al servicio de dos señores. […]. No pueden estar al servicio de Dios y del dinero” (Mt 6,24). Tales estilos se presentan como una opción ante dos modos contradictorios de vivir: uno libera en el seguimiento de Cristo y el otro esclaviza. 

No queda alternativa que hacer una opción fundamental que compromete toda la persona.

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