¿Estamos en una era secular?

 ¿Estamos en una era secular? La era secular y la secularización según Charles Taylor

Francisco Javier Martínez Pérez

Sinite 189 (2022) 93-115


Resumen

Uno de los grandes temas filosóficos que plantea el famoso hermeneuta canadiense, Charles Taylor, es la secularización y el proceso histórico-filosófico que nos ha traído hasta aquí. 

Según Taylor, las teorías de la secularización han quedado ampliamente superadas y su relato obsoleto. 

Es preciso redefinir radicalmente el alcance de la secularización y ofrecer una narración que recupere elementos que han quedado arrinconados por los prejuicios de la historia oficial. 

Tanto el humanismo exclusivo como el anti-humanismo desembocan en la misma afirmación según la cual nos hemos liberado de la ilusión de un bien trascendente, más allá de esta vida, y así nos hemos capacitado para la afirmación de nosotros mismos en una suerte de estética del yo. La trascendencia ha llegado a ser una realidad invisible y misteriosa.


Para Taylor, lo “secular” contiene algunos elementos que surgen

dentro de la espiritualidad cristiana y que ayudan a iluminar el alcance

de la época en la que nos encontramos:


1.- Lo secular, en su sentido etimológico, remite a saeculum en relación al siglo, entendido como “tiempo profano”, en contraposición altiempo sagrado, al tiempo eterno, al tiempo superior. Luego lo secular se refiere en primer término a su oposición con sagrado/eterno.


...Con el desencantamiento de la modernidad, se pierde la conexión entre ambos tiempos, y el tiempo secular no remite a ninguna eternidad. 

El tiempo ordinario se establece como el único tiempo en el que se desenvuelve la vida de los hombres. Nada remite a tiempos superiores, eternos, sagrados… La vida se sucede en la continuidad temporal de tiempos cronológicos establecidos como“historia de los hombres”




2.- Hay otra oposición, tal y como refiere Taylor, entre “secular” y “espiritual”. 

Lo secular son las actividades propias del “siglo”, las que se realizan en el marco del desenvolvimiento social propio, sin referencias a lo sagrado, y otras son las actividades espirituales que son las que se realizan en ámbitos que tienen que ver con lo sagrado y eclesial. 


Por una parte, están las actividades propias de la Iglesia entendidas como espirituales y, por otra parte, las actividades propias del Estado, entendido como “brazo secular”.

En esta diada, cada ámbito realiza las actividades que le son propias; unas entendidas de una manera y otras de otra, pero, al mismo tiempo, son partes de un “mismo cuerpo”: unas se realizan con unbrazo y otras, con otro, formando parte del mismo tronco. 


... Es un primer paso “secularizador” caracterizado porque los laicos, los que están en el “tiempo del siglo”, empiezan a realizar actividades que hasta entonces realizaban los que estaban en el tiempo superior, en el tiempo sagrado. Se transfieren actividades del tiempo superior al tiempo secular. 

Este primer momento “secular/secularizador” no supone ningún dramatismo, no hay “horizontes fracturados”. 

Podríamos decir que el brazo secular va adquiriendo una importancia cada vez mayor. Pero seguimos estando dentro del mismo cuerpo, con brazos distintos.

Con el advenimiento de la Modernidad Ilustrada se realiza la “desconexión” entre ambos brazos y lo que uno realiza es absolutamente independiente de lo que realiza el otro. 

Se hablará de separación Iglesia-Estado. 

Comienzan a constituirse “cuerpos” distintos (ya no vale la imagen del brazo), se produce una fractura en los horizontes con cosmovisiones y fuentes morales distintas y divergentes. 

con una consecuencia final realmente relevante: la vida social se comienza a configurar exclusivamente desde el tiempo secular, los tiempos superiores apenas tienen fuerza para configurar la vida social de las personas.

3.- En relación a lo anterior, y expresado con otra oposición “profano/ espiritual”, podríamos decir que el tiempo profano/secular, en oposición al tiempo superior, “ocupa toda la vida social”.

 Es el tiempo secular el que organiza la vida social. Los tiempos superiores

pasan a ser cada vez más marginales.  La vida social deja de estar configurada a partir de lo sagrado y pierde sentido la necesidad de una antiestructura. 

Se cede a la tentación de poner en vigor un código que no tolera límite alguno.

Lo secular ocupa todo el espacio y lo espiritual va dejando de tener significado. 

Se irá procesando poco a poco, pero el cambio es completo, absoluto, fracturado. Se ha iniciado el cambio hacia una sociedad secular de tipo instrumental que, para Taylor, empobrece la vida de significados más profundos, haciendo que sea muy difícil discernirlos. Al principio se manifiesta como una clara división entre lo natural y lo sobrenatural, hasta dar el paso a un mundo donde llegará a ser posible vivir exclusivamente desde el mundo natural. De manera progresiva hasta desaparecer lo trascendente.


Lo realmente importante son los motivos que llevan al deísmo, dado que es el deísmo el que propicia la plataforma de salida hacia el humanismo exclusivo y radical. 

...Se comienza a configurar este nuevo orden social del beneficio mutuo y de protección compartida, desde un espíritu “promovido desde los laicos y lo laico” (entendido en su sentido secular en oposición a sagrado/espiritual) y, al margen de cualquier sentido “virtuoso”, desde la fe. Lo verdaderamente auténtico es la libertad autorresponsable y autodeterminada



Comentarios

Entradas populares de este blog

Clasificación de valores en Ortega y Gasset

diferencia entre Sinodo y Concilio

Diferencias y semejanzas entre el Bautismo de Juan Bautista y Jesús