El hombre para el prójimo González de Cardedal
Sólo se emerge a tierra de personalización, dejando las algas y légamos de los propios egoísmos, siendo desde los demás y para los demás. El hombre es libre en la medida en que es “entregado”, es decir, en la medida en que vive “tradi- ción” y se “entrega” a los demás. Así, redimido de sí mismo, tiene capacidad creadora y posibilidades liberadoras para el prójimo.47. O. GONZÁLEZ DE CARDEDAL, Jesús de Nazaret, 223.
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