Revelación y trinidad, dos nociones correlativas en el cristianismo

Si la revelación viene determinada trinitariamente, el Dios que se nos da en Jesucristo es el Eterno, el que siempre ha estado cercano al hombre, el que es providente, y por tanto, lo anterior y lo paralelo al cristianismo en la prehistoria de la búsqueda de Dios por el hombre, es la prehistoria de ese encuentro entre Dios y el hombre. De esta forma tanto el judaísmo como las demás religiones recuperan su valor, porque Dios ha dejado en ellas su huellas.
También al decir que esta determinada trinitariamente, equivale a decir que la historia de Jesús no se ha acabado porque el Espíritu que es el don de Jesús a la historia es Dios mismo.
Este es el motivo de la universidad de la revelación, pero esta revelación no se diluye en la historia universal, aunque la incluya, porque en Jesucristo, particularidad de la revelación, confluyen los tiempo pasados y los tiempos venideros. Po eso se ha dicho que Jesucristo es el Universal concreto, ( Hegel- Urs von Balthasar) porque se convierte en criterio y crítica de toda revelación anterior o posterior que reclamen universalidad, que solo corresponde a aquel que es imagen de sus sustancia.