¿El cristiano es místico?

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El martes, día 28 de julio de 2015 Olegario González de Cardedal  dió la ponencia Misterio y mística :el lugar de la mística en el cristianismo en Santader  dentro  del curso en el curso de la Universidad Internacional  Menéndez pelayo titulado la Mística y los místicos dirigida por Ángel Cordovilla Pérez en XIV Escuela de Teología “Karl Rahner. Hans U. Balthasar” con motivo de  Centenario del nacimiento de  Santa  Teresa en Ávila, afrontado desde una perspectiva fenomenológica para entenderlo dentro del hecho religioso.
 En ella el teólogo afirmó que la mística no es la forma fundamental, normativa y suprema de realización de la vida cristiana, porque a su juicio, proponerla así desfigura el cristianismo y pone a los sujetos en el camino de la desesperanza, de la desilusión y, al final, de un sentimiento de fracaso personal, al ver que, hechos todos los esfuerzos necesarios y cumplidas todas las condiciones, no se llega a tener esa experiencia mística. La mística es un camino entre otros caminos hacia Dios, aunque tanto Santa Teresa como San Juan de la Cruz, máximos exponentes de la mística, han influido en la historia de la humanidad y en la historia de España. En esta conferencia el teólogo aseverá frases de enorme importancia como:
 Es muy sintomático que hayan sido grandes escritores y hayan influido de una manera decisiva en la creación del propio lenguaje…
 …la vasija vacía del hombre no garantiza que Dios pueda llenarla de agua, si bien esa vasija solo puede recibir el agua divina si está vacía.
 …el de la mística es solo un camino entre mucho.
 …Jesucristo no fue un místico en el aspecto exterior y en el sentido tradicional de la palabra…
 …si por mística se entiende el cultivo de la interioridad, el descentramiento de sí para vivir centrado en Dios, la vida espiritual profunda, y si por experiencia se entiende aquella certeza que se logra en la vida cuando se ha vivido muchos años para algo, entonces Jesucristo es súper místico y todo cristiano verdadero es un místico.


K. Rahner  la define como el encuentro interior unitivo de un hombre con la infinitud divina que fundamenta tanto a él como a todo ser. El cristianismo no es una religión místérica, sino profética, pero  por  mística cristiana se entiende en los primeros siglos como una unidad de misterio objetivo-experiencia del misterio; y este misterio es el trinitario tal como ha sido revelado en Cristo en la plenitud del tiempo salvador, es decir, la Trinidad económica admitiendo la categoría de experiencia para caracterizar a la mística.
 Rahner afirma  que el cristiano del futuro o será un místico, es decir, una persona que ha "experimentado" algo, o no será cristiano, y que la iniciación al cristianismo es en el fondo iniciación a la mística, no siendo el sujeto, sino el objeto, el misterio mismo el
mismo el que determina esa experiencia cristiana.
Es experiencia  mística está en el encuentro personal de Dios en Cristo por el Espíritu con el hombre. Por eso debe ser considerada como mística toda experiencia cristiana era la que la fe vivida nos entrega efectivamente a la acción transfigurante del misterio de Cristo en nosotros.

En la entrevista realizada a Olegario González de Cardedal en el Aula Magna de la Universidad de Salamanca el 10 de julio de 2007, con ocasión de las Terceras Jornadas: Diálogos entre Literatura, Estética y Teología,   ante una pregunta del entrevistador el teólogo contesta:

 Los símbolos primordiales y los conceptos sistemáticos se han trenzado con la vida y reflexión personales. Estos serían los órdenes que habría que tener en cuenta. Por ser abulense Santa Teresa y San Juan de la Cruz me son especialmente queridos. Este nos dejó los tres grandes símbolos: la fuente, la noche y la llama. Si yo ahora volviendo la mirada a mi propia trayectoria buscase tres palabras que en alguna forma remiten a universos y a sistemas complejos de sentido, pondría tres: encuentro, raíz, entraña.


Tres palabras que definirían el cristianismo, así como el místicismo porque todo cristiano puede considerarse místico si esta palabra expresa experiencia de Dios.

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