Ética en la Edad Contemporánea a través de los ojos de un teólogo

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Ética en la Edad Contemporánea a través de los ojos de un teólogo

No quiero terminar estas palabras sin aludir al concepto de ética en Olegario González de Cardedal . Hoy la sociedad occidental ha entrado en decadencia y es necesario buscar las necesidades primordiales para su regeneración. Hay una serie de necesidades que el hombre debe satisfacer, como son las necesidades física, pero no se pueden olvidar las espirituales .
Se ha escrito que al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando existía escasez, y las ciudades estaban destruidas, en Alemania una de las primeras obras llevadas a cabo fue la restauración de los teatros con la puesta en escena de las grandes tragedias, dramas y comedias de la literatura universal. Partían del convencimiento de que el hombre es capaz de asumir grandes esfuerzos cuando tiene un horizonte de sentido por delante. Esto está dentro del hombre, tiene en su interior ese afán de buscar grandes ideales. Son necesarios modelo, figuras ejemplares, y cuando surgen estos modelos, estas figuras ejemplares, ¿qué necesita el hombre? OGC afirma que el hombre necesita Coraje .
Para ser justos y buenos no solo se necesita saber y, Don Olegario recuerda las dos guerras mundiales, la pobreza surgida de la crisis económica, la corrupción, la degradación de la justicia en manos del poder político, la falta de confianza en los dirigentes, las amenazas a la vida humana con el aborto y la eutanasia, la falta del sentido sagrado, la insensibilidad a lo religioso… ¿Y cuáles son las causas de estos problemas actuales de la sociedad? OGC lo señala como desierto moral, crisis del hombre y crisis de Dios, ambas inseparables.
La búsqueda de la verdad le lleva a pregonar que la negación de Dios ha contribuido en el siglo XX a las guerras, a la perplejidad moral y a la actual desorientación. Esta situación no se puede atribuir solamente a la política, sino que hay que buscar las verdaderas causas, para tener el coraje de poner en marcha las potencias regeneradoras. Y estas fuentes, los manantiales de esa regeneración son la cultura, la ética y la religión. Es el saber riguroso y la percepción crítica que orienta hacia el deber, la moralidad pública sostenida por la moral privada, y el coraje moral que hace salir de la cobardía, del escepticismo y la insolidaridad. Y se necesita esperanza para ser valiente, se necesita a Dios.

Coraje dice voluntad de verdad y de justicia, esperanza y decisión, resistencia y acción. Si se pierde la esperanza se pierde la audacia. ¿Quién dará razones y ejemplos para ambas? Quienes valerosamente crean en el hombre y en Dios, con una alta confianza en ambos, a la vez que sean capaces de mirar a la tierra de cada día con un insobornable realismo.
….Si cada creyente debe considerarse una «microiglesia», cada ciudadano debe considerarse en derechos y deberes responsable de la sociedad y del Estado.


La educación ante la crisis moral
¿Y cómo se cambia una sociedad, como se produce una transvaloración? Su respuesta es con la educación. Con ella se puede cambiar la historia, rechazando o prohibiendo nombres, procurando una nueva compresión de la sociedad y de la vida humana. ¿Por qué en las leyes de educación últimas en España, se hace silencio sobre filosofía, ética y religión? ¿Cómo va a responder el hombre a las grandes preguntas de Kant sobre qué debo hacer, o qué debo esperar?
Hace falta la lucidez intelectual para ver y coraje moral para reaccionar a tiempo son los dos imperativos sagrados .
Occidente está perdiendo la hegemonía conquistada con unos principios morales basados en el cristianismo y la pregunta es sí podrá reconseguir esa hegemonía ante las demás culturas.
OGC afirma que solo lo hará si mantiene una ejemplaridad moral y la ejerce como creadora de justicia y libertad, de derecho y riqueza para todos y si corrige las lacras sociales existentes. Es decir, si utiliza las ideas justas, las instituciones democráticas, las actitudes morales y las transformaciones de conciencia. La moral es esencial para conseguir una sociedad justa e igualitaria para todos. Y la educación es fundamental para ello.
Un texto en el que vuelve a insistir sobre la importancia de la educación es a propósito del anuncio de matrimonio del príncipe de España, hoy rey Felipe VI, con Doña Letizia.
En la historia de la literatura española hay un género literario dedicado a la Educación de los Príncipes. En la Edad Media había sido un tema de gran importancia e interés para muchos escritores, siendo diversos los autores que tratan el tema en sus obras con un denominador común: el diseño de un rey ejemplar . Se consideraba que el arte de gobernar se podía enseñar y aprender y que debía de ser una persona virtuosa que buscase el bien común de los dirigidos .
Estas ideas son las expresadas por OGC, al exponer el problema ético de la monarquía :

…A la monarquía no le basta apelar a historia pasada o a la mera legalidad jurídica, sino que tiene que ganarse su perduración por la diaria ejemplaridad, la diaria eficacia, la diaria significación…
…No se puede ejercer real autoridad quien carece de la ejemplaridad necesaria para suscitar adhesión…

Siguiendo las ideas de Lawewnce Kolhberg, la conciencia moral sigue un proceso de crecimiento o de madurez y formula juicios sobre lo que se debe hacer o no hacer. Kohlberg llegó a la conclusión que sí bien las normas morales o los valores de una cultura pueden ser diferentes de los de otra, los razonamientos que los fundamentan siguen estructuras o pautas parecidos.
Todas las personas siguen unos esquemas universales de razonamiento y, vinculados a la propia psicológica, evolucionan de esquemas más infantiles y egocéntricos a esquemas más maduros y altruistas, pasando por tres niveles, el preconvencional, el convencional y el postconvencional, progresivamente sin saltos y sin retornar. Es un desarrollo que va vinculado al desarrollo psicológico de la persona. Sin desarrollo psicológico no hay desarrollo moral. Un doble desarrollo en paralelo que no es exclusivo de las sociedades occidentales sino que, atendiendo a los resultados de la aplicación de comprometidos dilemas morales a personas de diferentes lugares del planeta, concluye que son esquemas de razonamientos universales.
Don Olegario en su visión de la enseñanza moral como desarrollo de los esquemas de pensamiento, la defiende como un ámbito que hay que desarrollar en la educación fomentando la libertad:

En el orden moral hay que destacar la eliminación de toda coerción extrema, la total libertad para hacer el bien y el mal, con lo cual, siendo el sujeto humano el mismo, las potencialidades, tanto positivas como negativas, se han incrementado hasta el límite, tanto para el bien como para el mal.


¿Cómo afrontar esta decadencia moral actual?
La primera tarea es la reconstrucción moral, cultural y religiosa de la conciencia, porque la dignidad de un pueblo para un mejor porvenir reclama: lucidez intelectual, coraje moral y capacidad de saltar de sí mismo. OGC en un ponencia sobre educación decía :

Un gran filólogo de nuestro siglo, A. Festugière, profesor de la Sorbona, escribe: “Lo que caracteriza a una civilización son los principios que establece y las normas que se da. No importa tanto lo que los hombres hacen, sino el modo como se comportan.


Para OGC lo importante es prácticamente el modelo elegido para comportarse siguiendo una jerarquización justa, es decir, una teoría de los valores y, especialmente, del valor que se impone como un condicional, como un Absoluto. ¿Y quien es ese Absoluto para los cristianos? Cristo , la revelación absoluta del Absoluto y por ello fuente de verdad, de sentido y de salvación.

Modelos de conducta moral
OGC va desgranando en sus artículos una serie de hombres e ideas, modelos de “coraje” de “cristianos”, de “ejemplo”.
Por unos motivos o bien por otros, como centenarios, recuerdo del año de su nacimiento, por la muerte, etc., nombres como Martín Descalzo, periodista enamorado de Cristo; Valente, escritor de la nada como el reverso necesario de un ser finito, que se sabe no necesario y sin embargo existente; Laín Entralgo, descrito con dos palabras: entusiasmo y melancolía; Unamuno, voz de España, voz de Europa, voz de la Filosofía, voz del Cristianismo; Teilhard de Chardin, científico para el que Cristo es el punto Omega; Carlos de Foucauld, como exponente auténtico de la fe en Cristo, o Zubiri dialogando con Ortega y Morente a las orillas del Sena, etc.
Hombres de valores cristianos, ejemplos de entrega, de responsabilidad. Hombres con una moral intachable, que pueden servir de modelos a los hombres de esta generación.
“Los valores de una sociedad son los motores que impulsan a la acción, a las creencias, a los afectos. Por eso es lo que identifica a una sociedad. Tiene que tener valores, criterios del bien y del mal, dignidad sagrada de las personas, responsabilidad propia e inalienable. Y esos valores son los que potencian la dignidad de la persona humana como imagen de Dios”. Moralidad en la dignidad del hombre, en el sentido cristiano de ser hijo de Dios, que cree, confía, ama y espera, y por ese amor a Cristo tiene un comportamiento ejemplar de vida. El Dios moral ha muerto, pero el Dios amor pervive y precisamente. por ese amor existe la moral cristiana que prohíbe todo lo que se oponga al amor de Dios y del prójimo.
España con el nacional-catolicismo, imponía una absolutización de lo religioso en todos los ámbitos de la vida, y los valores religiosos impregnaban la manera de pensar de sentir y de actuar de todos los españoles. Se imponía la ética cristiana desde el poder .
Con la Transición, España deja de ser confesional y empieza un período donde deben convivir cristianos y no cristianos, abriéndose cada vez más a otras religiones y a otras culturas. La aparición de la sociedad civil no tutelada por la Iglesia, de una fe en libertad, de un pluralismo, de una democracia fue una gran hazaña histórica, en la que la Iglesia, a pesar de todo, ha influido.

Porque lo que estaba en juego era, desde la nueva lectura constitucional, pensar un nuevo régimen que nunca habíamos tenido. Habíamos tenido monarquías y dictaduras, y las dos repúblicas que fueron cortas, tensas y violentas. La espuma de lo que vemos tiene detrás grandes realidades. No había una ética civil, sino religiosa. Se pasó de un mundo unificado, donde política, derecho, moral y religión tenían un tronco común. :


La ética cristiana imperante en la época anterior no es factible en este cambio de mentalidad porque ya no existe la homogeneidad anterior. En la sociedad actual conviven personas creyentes de varias religiones junto a personas no creyentes o agnósticas. Por tanto, es necesario una ética civil que sirva como canon de convivencia a los ciudadanos. Y porque al caer unos valores como guías del comportamiento no se puede caer en el vacío, sino que deben consensuarse otros como anclajes de la conducta. Aparece la ética civil, que debe ser admitida por los cristianos, aunque ellos sigan rigiéndose en su vida privada por sus propios valores religiosos y éticos, pero no se pueden imponer a los demás así como los otros grupos no pueden imponer sus propios valores a los cristianos. Respeto para el prójimo a la vez que afirmación consciente de su propia identidad religiosa.
Don Olegario afirma la primacía de la ética y de la cultura ante el futuro para una convivencia pacífica .

Al realizar este breve repaso por las concepciones de la moral de estos autores, se puede concluir que ha sido uno de los objetivos fundamentales de todos los pensadores ya que el quehacer humano, los principios que rigen su conducta, su finalidad en los comportamientos forman parte esencial del hombre. La educación es formación integral del hombre, de todas sus facetas, y por tanto la educación cívico-moral debe estar presente en toda educación y esta breve perspectiva histórica confirma la preocupación moral desde del hombre.



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