Falta de confianza

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En el año 1985 Olegario González de Cardedal, en día 3 de abril en el periódico Ya, en el articulo Tríptico para los días de Pasión, Rencor o querencia de Dios, se planteaba la relación de esa generación con Dios, no solo en el alma individual sino en el alma colectiva. Afirmaba que existía una fe arraigada y afirmada en sujetos creyentes, a la vez que una actitud de sospecha, de rencor a Dios.
El siglo XIX legó la idea de que Dios era antagonista al hombre, un cazador que impedía al hombre ser dominador del mundo, porque los seres finitos, al tender a la infinitud se quieren elevar a ella, eliminando a Dios para no tener conciencia de su pecado. ¿Puede permanecer el hombre en ese rencor a Dios? ¿Cuando se sabe sin Dios, no cae en la más absoluta soledad?
El teólogo escribe:
Tiene el hombre que recuperar la confianza fundamental en el mundo, sin ingenuidades; la confianza fundamental en sí mismo, sin narcisismos; la confianza fundamental en su prójimo, sin envidias; la confianza fundamental en Dios, sin rencor ni sospecha. Esa es la reconstrucción esencial de lo humano a que está llamada nuestra era.

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