Tres catolicismos
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OGC Tres
catolicismos, ABC, 13/11/2012
El catolicismo es una de las instituciones más
antiguas de la historia y esto induce a pensar si no se habrá pervertido a lo
largo de sus veinte siglos de historia, si existe continuidad entre la religión de Jesús, y la abigarrada, construcción que ha llegado a ser
el catolicismo. Hoy es una pregunta de muchos hombres tanto católicos como no
creyentes. Todas las cosas pueden conocerse desde dentro y el catolicismo, Dios y el hombre, solo se conoce desde dentro.
Desde fuera, hoy se da el catolicismo cultural, es decir lo que los católicos producen en
diversos campos: ética, estética, política…, que no son la fe misma, pero que
sin ella no se podrían producir. La Iglesia católica ofrece hoy un
inmenso abanico de obras, instituciones y personas, testimonio, oferta e
invitación a la fe. El cristianismo propone verdad divina y no solo cultura
humana, pero tampoco existe sin esta. También está el catolicismo
cristiano. “En él se engloban los movimientos que a lo largo del siglo XX,
antes y después del Concilio Vaticano II, han intentado redescubrir y tornar
accesibles las fuentes específicas del cristianismo: la Biblia, la liturgia, la
Iglesia una más allá de la división de los cristianos, la tarea misionera, la
llamada de todos a la santidad, la igualdad de todos los miembros de la Iglesia
en el orden de la gracia”. A este retorno a las fuentes con razón se lo llamo
“resourcemente”, refontalización que no es otra cosa que redescubrir las
fuentes de su fe, la lógica que ordena todo lo cristiano, la jerarquía de
verdades, de imperativos morales y criterios de acción. Existe taabién el catolicismo católico. Esta expresión
puede designar a la Iglesia católica tal como la profesamos en el Credo, pero
también puede designar las formas que esa Iglesia ha ido asumiendo en los
cuatro últimos siglos como resultado de su reacción, defensa y contraste con la
Reforma protestante, la Ilustración, la Revolución Francesa y los movimientos
sociales del siglo XIX. Eso no es esencial al cristianismo y depende de cada
cultura y de cada generación.
Lo esencial del cristianismo
no cambia, solo el envolvente, la corteza con que se presenta.
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