Creyentes y no creyentes en una sociedad democrática

Las cookies de este sitio se usan para personalizar el contenido y los anuncios, para ofrecer funciones de medios sociales y para analizar el tráfico. Además, compartimos información sobre el uso que haga del sitio web con nuestros partners de medios sociales, de publicidad y de análisis web.


Michelini, Dorando J., Creyentes y no creyentes en una sociedad democrática. La religión en el pensamiento actual de Jürgen Habermas,  en Invenio, vol. 18, núm. 35, ( 2015) pp. 11-27 Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87742317002

Creyentes y no creyentes en una sociedad democrática

 Habermas realiza una nueva interpretación de las relaciones entre razón y fe y plantea también nuevas formas de convivencia entre creyentes y no creyentes.


 "En este sentido sostiene, por ejemplo, que los ciudadanos secularizados no deben negarles de antemano a las “imágenes del mundo religiosas un potencial de verdad, ni deben cuestionarles a los conciudadanos creyentes el derecho a hacer aportaciones en el lenguaje religioso a las discusiones públicas” (Habermas, 2006b: 119), si es que el objetivo final es alcanzar coincidencias tanto en el ámbito cognitivo como normativo para lograr una convivencia razonable en un sociedad democrática". 

Los creyentes deben hacer un esfuerzo por explicar sus creencias 

, “los ciudadanos de una comunidad democrática se deben recíprocamente razones para sus tomas de postura política” (Habermas, 2006b: 140). 

. "Los contenidos religiosos pueden hacer una contribución provechosa para todos los ciudadanos -es decir, más allá de la comunidad de creyentes- sólo en la medida en que ellos pueden ser traducidos a un lenguaje universalmente comprensible (Habermas, 2012: 155, 174): en este sentido, la traducción de los valores cristianos al ámbito secular podría ayudar a la cultura moderna a fortalecer los lazos de solidaridad y aportar sentido frente a la conciencia de las múltiples experiencias fallidas (experiencias personales, sociales y culturales)".


. Por otro lado, también la filosofía, en tanto que pensamiento posmetafísico, está dispuesta a aprender (Habermas, 2006b: 115) de la religión, porque la sustancia cognitiva de las tradiciones religiosas aún no está agotada y “no se puede excluir que [éstas] lleven consigo potenciales semánticos valiosos que desarrollen una energía capaz de inspirar a toda la sociedad una vez que liberen sus contenidos de verdad profanos” (Habermas, 2006b: 150s.). 

.


Más allá de que Habermas no ha abandonado su posición agnóstica original y sigue sosteniendo que la reflexión filosófica, en su tarea crítica y esclarecedora de la realidad, tiene que partir del ateísmo metodológico, sus puntos de vista sobre la relación entre razón y religión, y sobre la convivencia entre creyentes y no creyentes en una sociedad democrática postsecular han sido intensamente debatidos, y siguen dando que pensar. De un modo general cabe afirmar que Habermas ha realizado unacontribución importante en sus obras recientes sobre razón y religión para superar posiciones dogmáticas y anquilosadas, tanto de creyentes como de no creyentes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Clasificación de valores en Ortega y Gasset

diferencia entre Sinodo y Concilio

Diferencias y semejanzas entre el Bautismo de Juan Bautista y Jesús