Mensajes de la parábola del buen samaritano
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Mensajes de la parábola
del buen samaritano
Resumen del Papa
Benedicto XI, p 81-83
1º ¿Quién
en mi prójimo? Las Escrituras
dejan claro que los extranjeros son también prójimo recordando que Israel había
estado de forastero en Egipto.
2º ¿Dónde
está el límite? Una sentencia rabínica recuerda que no son prójimo los herejes,
delatores y los apóstatas (Jeremias,170). Ni tampoco los samaritanos porque habían
contaminado la plaza del templo al esparcir huesos humanos en los días de Pascua
(Jr,171).
3º
Al samaritano, al ver al hombre herido se le conmueven las entrañas. Por esta
compasión el samaritano se convierte en prójimo del hombre herido.
4º
¿Son nuestros prójimos los pueblos saqueados y explotados? ¿Las victimas de la
droga?, ¿los explotados sexualmente?, las personas destrozadas interiormente?
5º Los
Padres vieron esta parábola en la perspectiva de la historia universal. El
herido es la humanidad entera.
6º La
teología medieval lo interpreta como
el hombre herido , herido en la
gracia y en la naturaleza.
7º ¿Quién
es el samaritano? Es la imagen de
Cristo, prójimo para el hombre, que cura las heridas con los sacramentos (aceite
y vino) y con la iglesia (la posada).
8º
¿Quién es prójimo para los demás? El que se convierte en samaritano, en Cristo.
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