Barrio del Sacramonte religioso

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El Sacromonte no es solo paisaje, folclore y colorido, es también religiosidad, porque representa tanto religiosa como artístícamente uno de los testigos más significativos de nuestro pasado cultural, imprescindible para comprender la Granada de la Contrarreforma.


La historia comienza con una serie de hallazgos de reliquias y textos, que van a desembocar en gran polémica. 

En 1588 cuando se demolía la Torre Turpiana, antiguo alminar de la mezquita Mayor, para continuar las obras de la Catedral, se encontró una caja que contenía una tablilla con la imagen de la Virgen, un lienzo, un hueso y un pergamino con un texto escrito en latin, árabe y castellano. 

Posteriormente se encontraron en el monte Valparaíso los “Libros Plúmbeos”, láminas de metal escritas en extraños caracteres, así como otras reliquias. 

Los Libros Plúmbeos representan el último esfuerzo de los Moriscos granadinos de integrarse en la sociedad cristiana que dominaba Granada tras la llegada de los Reyes Católicos, y que deseaban seguir viviendo en la tierra que les había visto nacer. 

Tras un largo proceso las reliquias (cenizas y huesos de nuestro Patrón San Cecilio así como de sus discípulos) van a ser declaradas auténticas y el arzobispo de Granada D. Pedro de Castro fundará en el lugar, donde estuvo la ciudad romana de Ilipula, escenario de los hallazgos martiriales, la Abadía del Sacromonte, para vigilar y guardar las reliquias de los evangelizadores de la Bética, martirizados en el lugar durante la época de Domiciano, fundación que fue refrendada por el Rey Felipe III y por el Papa Paulo V.

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