Formas de buscar a Dios . González de Cardedal
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En la vida espiritual hay dos formas de búsqueda de Dios:
-la que tiene lugar desde la lejanía, el anhelo de lo desconocido y necesario, la pasión por el origen que nos funda y la bienaventuranza necesaria.
-Hay en cambio otra búsqueda que no tiene lugar desde la sospecha en lejanía o desde el anhelo en la distancia sino desde la presencia de Dios, que se ha dado a conocer, que ha encendido en el alma una luz nueva y ha abierto una herida, haciendo necesaria la salida tras Aquel al que conocimos vislumbrándole en el instante en que transformó la vida, haciéndola toda ella inevitable pasión de amor en búsqueda y en reconocimiento tras el encuentro.
¿Cómo lo busca San Juan de la Cruz?
Todo lo que encontramos en los textos de San Juan de la Cruz se refiere a esta última.
No es la desorientada búsqueda del Absoluto desconocido, ni la mera sospecha del posible Existente sino la salida anhelante tras el rostro vislumbrado en el gozo del amor; la necesaria identificación con el que le ha dejado impresa su faz en el hondón del alma.
Las dificultades son las dificultades de quien busca al ya Conocido y Amado, para mayor conocimiento y más entrañable amor.
Las penas son penas de amadores; los sacrificios son la necesaria ofrenda en el camino de la imitación hasta llegar a la cumbre del monte, en el que el Amor mora, y en el que el pastorcillo se ha encumbrado, cruz a cuestas del Calvario.
En la vida espiritual hay dos formas de búsqueda de Dios:
-la que tiene lugar desde la lejanía, el anhelo de lo desconocido y necesario, la pasión por el origen que nos funda y la bienaventuranza necesaria.
-Hay en cambio otra búsqueda que no tiene lugar desde la sospecha en lejanía o desde el anhelo en la distancia sino desde la presencia de Dios, que se ha dado a conocer, que ha encendido en el alma una luz nueva y ha abierto una herida, haciendo necesaria la salida tras Aquel al que conocimos vislumbrándole en el instante en que transformó la vida, haciéndola toda ella inevitable pasión de amor en búsqueda y en reconocimiento tras el encuentro.
¿Cómo lo busca San Juan de la Cruz?
Todo lo que encontramos en los textos de San Juan de la Cruz se refiere a esta última.
No es la desorientada búsqueda del Absoluto desconocido, ni la mera sospecha del posible Existente sino la salida anhelante tras el rostro vislumbrado en el gozo del amor; la necesaria identificación con el que le ha dejado impresa su faz en el hondón del alma.
Las dificultades son las dificultades de quien busca al ya Conocido y Amado, para mayor conocimiento y más entrañable amor.
Las penas son penas de amadores; los sacrificios son la necesaria ofrenda en el camino de la imitación hasta llegar a la cumbre del monte, en el que el Amor mora, y en el que el pastorcillo se ha encumbrado, cruz a cuestas del Calvario.
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