Las Moradas de santa Teresa

Jairo Gómez Díaz Las Moradas de santa Teresa teología del seguimiento de Cristo, tesis doctoral Universidad Pontificia de Comillas 2019.

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El seguimiento de Cristo tiene un lugar preponderante en la teología, a tal punto que la espiritualidad cristiana se define en términos de «seguimiento».

 La tesis presenta una lectura crítica de Las Moradas de santa Teresa descubriendo y reinterpretando los elementos característicos del «seguimiento de Cristo» para la espiritualidad hoy. 

Al revisar la extensa bibliografía que existe sobre los estudios teresianos, no se encuentra un estudio que afronte de manera específica el tema del seguimiento de Cristo. De ahí la importancia y el aporte que la investigación tiene en el avance de los mismos.

A partir de los rasgos característicos del seguimiento neotestamentario, se analizan los campos semánticos que lo definen en la obra teresiana. 

El análisis de los rasgos característicos nos ayudan a la comprensión del seguimiento de Cristo en Las Moradas. 

 

La categoría «seguimiento», inherente a la teología actual, no aparece como tal en los escritos teresianos, pero sí aparecen las categorías propias que describen el proceso tales como: «imitar», «seguir», «llamar-llamada», «caminar-camino», «mirar», «servir» entre otras. 

Con la recomendación teresiana: «Poned los ojos en el Crucificado y haráseos todo poco» (7M 4,8), que recorre desde el comienzo hasta el final del libro de Las Moradas, como un eje transversal de su escrito, se aborda el seguimiento de Cristo con las categorías particulares de la autora abulense.

La investigación se desarrolla en cinco capítulos que abarcan la totalidad de los objetivos propuestos, además de una introducción que contiene el estado de la cuestión y un epílogo que incluye las conclusiones. 

Teresa traza el camino a sus lectores de hoy: el seguimiento de Cristo. No hay otro camino para llegar a la unión divina sino por medio de Jesucristo; por eso su insistencia en mantener la mirada fija en Él (cf. Hb 12,2). 

Mirar a Cristo es seguirlo. Así, la vida del seguidor de Cristo es un proceso progresivo de seguimiento en el que paulatinamente la presencia de Cristo va transformando la vida de su seguidor, de tal manera que, como en Teresa, Cristo entra en su vida como Salvador.